Cargando



RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Partidos agotados y realineados


Jueves 11 de Julio de 2024 8:12 am


EL realineamiento de fuerzas políticas es un resultado inevitable después de lo sucedido en los comicios de junio. La triste aventura de Alejandro Moreno cambiando estatutos a modo para reelegirse al frente del PRI, es sólo un capítulo, ni siquiera el inicial, de un proceso que se dará durante los próximos 2 años, hasta que se puedan demandar nuevos registros partidarios.

La ruptura del PRI no tiene remedio, pero ya estaba anunciada: Alito y sus aliados se habían deshecho de toda oposición interna antes de iniciar el proceso electoral, se repartieron las posiciones de poder y las plurinominales, y dejaron fuera a quienes planteaban alternativas diferentes. Veremos un PRI cada vez más intrascendente. Ojalá le alcance por lo menos para dar la lucha en contra de la sobrerrepresentación.

El PAN está gravemente tocado, pero quizás pueda mantenerse con una estructura más estable. Depende de sus dirigentes, pero si vemos la línea que siguen Marko Cortés y su equipo, están también insistiendo en el error. Todo proceso tiene una historia, todo fracaso tiene que tener un origen, pero el dato duro es que las dos últimas elecciones han sido las que peores resultados ha tenido el blanquiazul, hoy un partido desdibujado, que no tiene siquiera un rumbo ideológico claro.

En su proceso interno probablemente quedará de presidente Jorge Romero, un hombre con más talento político que Cortés, pero que si no apuesta a una reunificación del panismo terminará perdiendo a buena parte del partido. Hoy, el PAN sigue existiendo basado en baluartes locales en los que poco peso tiene la dirigencia nacional. Pero si no comienza a reconocer su propia historia, la diáspora será inevitable. Y no tardaremos mucho en ver una fuerza de ultraderecha, tipo Milei, que termine absorbiendo parte de su militancia.

El fin de semana se anunció que muchos de quienes apoyaron la Marea Rosa y otros movimientos la candidatura de Xóchitl Gálvez crearán un partido político llamado Frente Cívico. No es fácil transformar un movimiento social marcado por la oposición a la 4T, en una fuerza política competitiva, ni comprender que ese movimiento social opositor no tiene porqué reflejarse en quienes dicen ser sus dirigentes.

MC podría ser una opción si no fuera también un partido con dueño, y en donde los conflictos internos no tienen una salida clara para desfogarse. El conflicto entre Dante Delgado y Enrique Alfaro, la intrascendencia que se confunde con entreguismo de Samuel García, degradan a un partido que políticamente podría tener un espacio integrador para muchos de los que se han quedado sin alternativas.

En Morena también comprobarán que esa fuerza política sigue siendo más un movimiento que un partido plenamente establecido. Es verdad que el poder cohesiona y que desde una posición de poder tan sólida, Claudia Sheinbaum tendrá muchas fichas con las que jugar, pero en Morena también hay muchas posiciones enfrentadas entre sí.

Mientras se reconfiguran nuevas fuerzas, el oficialismo y la oposición estarán dentro de Morena, combatirán dentro del propio partido. Nada nuevo por cierto: el PRI lo transitó con éxito durante 70 años; cuando acabó con ese juego interno o se quedó sin espacio para jugarlo comenzó a autodestruirse. Y Alito le acaba de dar el golpe probablemente final.