LETRAS Y NÚMEROS

Alito vive, mientras PRI muere

Lunes 15 de Julio de 2024 8:05 am

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Con tan sólo 16 años, aquel mozalbete cruzó la puerta del edificio del PRI en Campeche, dispuesto a hacerse no sólo de ese patrimonio priista campechano, sino de todo lo que representara al partidazo que durante todo el siglo 20 marcó el pulso del país, en lo político, económico, social y en la proyección de México ante el mundo. Ni él mismo imaginó que las cosas se le iban a acomodar para subir los escalones a los que aspiraba todo priista, ocupando espacios al interior de su partido, dos veces diputado federal, senador de la República, gobernador de su estado y aspirante a la Presidencia, cargo que afortunadamente no conquistó, porque (ahora sabemos) iba a ser imposible que lo soltara.

Yo no sé lo que opinan los priistas, ni qué sienten cuando ven que integrantes del consejo (¡Casi por unanimidad!) levantaron la mano coreando el nombre de su verdugo, reeligiéndolo para que nunca más el partido tenga necesidad de elegir otro dirigente, porque lo más probable es que ese consejo ratificó a quien será el encargado de liquidar lo que queda de aquel viejo PRI, engendrado por Ávila Camacho en 1946, y que Alito enviará a hacerle compañía al PNR de Plutarco Elías Calles y al PRM de Lázaro Cárdenas.

Cuando el joven Alejandro cruzó la puerta de la casa priista no había nadie que le hiciera sombra al PRI, aun cuando había varios personajes emergiendo en la oposición, como Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel, Elena Poniatowska, Muñoz Ledo, Amalia García, Manuel J. Clouthier, Diego Fernández, Vicente Fox, Carlos Castillo Peraza, Felipe Calderón, Ana Rosa Payán y Ernesto Ruffo, entre otros líderes, verdaderos opositores que habían surgido de las trincheras de un México que se debatía en la desesperanza en que lo había sumido un PRI que todo lo avasallaba y donde no había el menor atisbo de democracia.

De aquellos entonces viene el hombre que hoy pretende eternizarse en el timón de un cascarón torpedeado, enmohecido y agujereado, que naufraga en un mar embravecido, con una tripulación del tercer mundo, que no se da cuenta que el barco está varado. ¿Dejarán los priistas que el hombre que Labastida dice debería encabezar la lista de corruptos en el PRI, siga siendo el rey? No lo sé. Ya no se escucha la voz de los priistas, porque… ¿qué tal y gana? ¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.

 

ANDRES GARCÍA GONZÁLEZ:

Como todos los que te conocimos, se me hace imposible tu ausencia definitiva. Sólo estas palabras; pero llenas de dolor y un dejo de incredulidad. A toda la familia, nuestras más sentidas condolencias. Descansa en paz, querido amigo.

 

jbrambilaleal@yahoo.com.mx