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Publicidad fallida



CARLOS ALBERTO PÉREZ AGUILAR


Martes 16 de Julio de 2024 7:53 am


Hay quienes dicen que, en términos de publicidad, todo se vale; yo pudiera decirle que sí, pero también que no.

¿Se vale llamar la atención? ¡Sí!, ¡claro!; ¿se vale comparar calidad de productos o servicios?, ¡por favor! Es necesario y un derecho de los consumidores; ¿se vale utilizar recursos de seducción, programación neurolingüística o hipnotismo?, si está en sus posibilidades, ¿por qué no? Siempre y cuando sea de forma creativa, ética y responsable.

Lo que verdaderamente en publicidad no se vale es engañar, difamar, mentir u obligar a alguien para que apruebe, compre, recomiende nuestro producto o servicio y, sobre todo, robar o plagiar ideas o creaciones de otros.

La esencia de la publicidad es la creatividad, con recursos de novedad y oportunidad para transmitir los mensajes que marquen una diferenciación de lo que estamos ofreciendo a los demás.

Debemos definir bien qué es lo que diremos, porque hoy el mensaje lo es todo; entre más corto, rápido y visualmente atractivo es mejor. Quien transmite las ideas de forma correcta, venderá, y quien no, pasará de largo, sobreviviendo sin una identidad.

Más allá de los colores o de los recursos, como panfletos, spots, post digitales, planas de periódico o vídeo publicitarios, alinear el mensaje es indispensable y un asunto importante de profesionales. En Colima urge profesionalizar al sector publicitario en las empresas.

Tenemos grandes creativos, generaciones completas de profesionistas que terminan con sus ideas en la mesa porque no hay muchos gerentes, directores o dueños entusiastas que permiten a los que saben explotar esas posibilidades imponiendo su voluntad; al final son los dueños.

La publicidad es un área poco valorada por las empresas y empresarios locales, y se piensa que debe ser gratuita, que no se debe invertir, regateando su aparición en medios o el generar estrategias de impacto por los canales correctos de comunicación.

Sin embargo, hay que decirlo, la publicidad y el mensaje que transmiten en cada campaña es la que logra, muchas veces, hacer la diferencia entre una gran marca, una gran empresa, y una que no lo es.