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ALEJANDRO BERNAL ASTORGA

Retos de la economía digital


Miércoles 17 de Julio de 2024 7:57 am


Los servicios en línea tienden a facilitar la vida de las personas, al tener acceso a productos, servicios, información, etcétera, mediante plataformas digitales las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año.

No requerir de la presencia física o de la voluntad de una persona para realizar trámites, gestionar, comprar, vender o invertir significa ahorrar tiempo, dinero, esfuerzo y tener mayor certidumbre.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la economía digital participa con 7.4 del Producto Interno Bruto; en México, 69 por ciento de los hogares tiene acceso a internet, y 97 por ciento de las y los usuarios utiliza un smartphone para conectarse. Hoy, uno de cada tres mexicanos usa internet para servicios bancarios.

Para que los beneficios de la economía digital sean una realidad para toda la población, el INEGI afirma que es necesario reducir la brecha digital y emplear las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como medios de desarrollo integral, material y humano.

Aun cuando la pandemia aceleró el uso de las tecnologías de la información, el uso de internet y el acceso a la economía digital se concentra en las áreas urbanas; la diferencia con las rurales es de 22 puntos porcentuales menos; además, la disponibilidad del internet es mayor en los estados del centro y del norte (Ciudad de México, Baja California y Nuevo León), y menor en los del sur (Guerrero, Oaxaca y Chiapas).

Hoy, el grupo de edad con más personas usuarias de internet en México es el de 25 a 34 años, dada su familiaridad y acceso a la tecnología, pero el reto que enfrentan las y los adultos mayores o personas con capacidades diferentes es significativo. Si bien la tendencia es irreversible y la brecha tiende a reducirse, la realidad para algunos sectores de la población es contrastante.

El reto es generar infraestructura pública efectiva de conectividad, programas de formación incluyentes para el desarrollo de competencias digitales; estimular la innovación y la transferencia de tecnología para las micro, pequeñas y medianas empresas, así como el financiamiento competitivo para la adquisición de software y hardware de conectividad. Socializar los beneficios de la economía digital sin transferir los costos a la población con menos recursos, es el desafío.