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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Asesinato de Milton


Martes 23 de Julio de 2024 8:05 am


El asesinato de Milton Morales Figueroa, jefe de inteligencia de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México es quizás la agresión más importante que ha sufrido un funcionario de seguridad en nuestro país, desde el atentado contra Omar García Harfuch. Es un desafío de los grupos criminales al Estado mexicano y particularmente a la próxima administración de Claudia Sheinbaum.

Cuando se habla de los cambios que introdujo García Harfuch en la seguridad de la Ciudad de México, un punto central es el de la investigación y la inteligencia, el del golpeteo constante a los grupos criminales, y Milton fue un personaje central en todo ese proceso.

Milton era uno de esos funcionarios jóvenes pero expertos, que realizan funciones claves en un gobierno, en este caso en los delicadísimos temas de combate al crimen organizado, la investigación y la inteligencia, que no son conocidos por la opinión pública pero que son producto de una preparación de años y que deben ser cuidados y protegidos por el propio Estado. Son recursos humanos imprescindibles.

Milton tenía un equipo de custodias a su servicio que por alguna razón no estaban con él al momento del ataque. Ahora sabemos que había sido seguido durante todo el domingo. Fue una ejecución preparada con detalle, que aprovechó un momento de desprotección de la víctima.

Hay varias lecturas importantes respecto al asesinato de Milton: primero, que a los criminales les duele cuando se les golpea. Hay muchas vertientes sobre quiénes han podido ser los responsables del crimen, porque el área que encabezaba Milton estuvo detrás de la investigación de la mayoría de los casos paradigmáticos de violencia en la Ciudad de México, incluyendo la desarticulación de las principales bandas del crimen organizado en la ciudad.

Recordemos cómo el CJNG utilizó a casi 50 sicarios para tratar de matar a García Harfuch. Es muy probable que ese u otro grupo, haya dedicado esfuerzos considerables para seguir y ejecutar a uno de sus hombres de mayor confianza. Precisamente por eso, la acción de las autoridades debe ser pronta y debe aclarar quién está detrás de este atentado. No pueden exhibirse como intimidados por los criminales. En este sentido, llamó la atención que ayer el presidente no se haya referido al asesinato de Morales Figueroa en La Mañanera.

También hay que recordar que la nueva estrategia de seguridad federal romperá, si se ejecuta tal como se ha dicho, no sólo el status quo con las bandas criminales, sino también dentro de las estructuras de seguridad. Y hay quienes prefieren que ese status quo se mantenga: cambiar la estrategia de seguridad, reorganizar instituciones y dependencias, romper cadenas de complicidades, no se puede hacer sin resistencias serias, y la ejecución de Milton parece ser parte de esa reacción.

Los enemigos de una política de seguridad eficiente y que de verdad golpee a los grupos criminales, están fuera y dentro del gobierno, sea por complicidad, por conveniencia o por miedo, no se puede perder de vista esa realidad. Y si esa es una advertencia para García Harfuch lo es aún más para Claudia Sheinbaum, la presidenta electa.

Vienen tiempos difíciles en el terreno de la seguridad. Por lo pronto, ojalá que el Estado mexicano (y digo el Estado porque el tema trasciende al gobierno) tome cuenta de los hechos, de los desafíos que le presentan los grupos criminales, les dé su justa dimensión y actué en consecuencia, empezando por reconocer los servicios prestados por un funcionario eficiente y honesto. Es lo que menos se puede demandar.