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APUNTES



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

Combate a corrupción, pendiente


Viernes 26 de Julio de 2024 8:17 am


Antes de asumir la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador proclamó que en su gobierno no habría perdón para los corruptos. Así lo enunció en varios foros: “que ya no se perdone a nadie y que se pueda juzgar al presidente, si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares y que se destierre la corrupción para siempre. Que se acabe la historia trágica, horrenda de corrupción e impunidad”.

Haber cumplido este compromiso (no lo hará porque no tiene interés y porque con las medidas de opacidad que promovió permitió que este flagelo creciera y se desarrollara), hubiera sido trascendente, porque la promesa de combatir frontalmente la corrupción fue una de las que más votos le dio en las elecciones; además, tendría autoridad moral para obligar a todos los funcionarios públicos a actuar honestamente, pero no la tuvo ni la tiene. Espero que Claudia Sheinbum Pardo sí.

Sería magnífico que por fin se acabaran la corrupción y la impunidad, que los recursos las dependencias gubernamentales se administraran con eficacia, eficiencia, transparencia y honestidad, y quien no lo hiciere así, que fuere acusado, juzgado y castigado, sin que hubiera de por medio mayoría legislativa y órganos fiscalizadores solapadores, agentes del Ministerio Público que intencionalmente cometen violaciones al debido proceso para librarlos de la cárcel, y jueces extraordinariamente generosos a la hora de conceder amparos u obsequiar autos de libertad.

Da la casualidad de que muchos de los funcionarios y representantes populares de Morena, o conversos por conveniencia a la 4T, se formaron al amparo de los partidos que según AMLO integraban la “mafia del poder”, y durante su trajinar adquirieron y practicaron mañas que les permitieron enriquecerse junto con familiares, socios y amigos, mismas que refinaron durante el actual Gobierno, bajo el cobijo de López. Muchos seguirán con Claudia como herencia maldita

Al no actuar contra quienes han robado a los mexicanos, AMLO desacreditó su propio paradigma y evidenció que una de las bases de su pretendida cuarta transformación es el perdón, el olvido y la impunidad para los corruptos, con lo que ha defraudado a millones de mexicanos que creyeron en él.

Ojalá que a la próxima presidenta no le tiemble la mano para ponerlos a buen recaudo, y que por fin: “ya no se perdone a nadie, y que se pueda juzgar al presidente, si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares y que se destierre la corrupción para siempre”. Así sea.

 

apuntesmario@hotmail.com