INNOVEMOS ALGO ¡YA!
MARÍA EUGENIA GONZÁLEZ PEREYRA
Buscando la felicidad
Viernes 26 de Julio de 2024 8:19 am
A veces parece que hay gente que disfruta sintiéndose “la
pobrecita”, pero ¿por qué alguien prefiere sufrir en lugar de abrazar alegrías?
Ser el motivo de lástima en nada no conviene, aunque el inconsciente lo crea
así. Más si hay gente que insiste en ver su panorama como fatal y, por más que
intentemos conectarlos con un optimismo realista, no es posible. Esto ocurre porque han aprendido a ser “la víctima”. Creen
en que quien sufre gana atención, cuidados, control ante otro por medio de la
culpa, evadir sus responsabilidades o mantener a otros a su alrededor, incluso
pagando el precio que implica el renunciar a la libertad, a la alegría, a estar
muerto en vida. Son verdugos de sí mismos y de los demás. Las personas que se manejan con optimismo no lo hacen
porque no sufran, por el contrario; sin embargo, su actitud les ayuda a
encontrar luz en la oscuridad; buscando la felicidad logran comprender que lo
adverso terminara por ser a bien. Los optimistas también sufren, pero conservan
el sentido del humor. Sonríen, minimizan el dolor y se orientan hacia el
futuro. Esta tendencia a la alegría existe incluso en situaciones cotidianas:
trabajo, enfermedades, rupturas, problemas financieros; son personas que han
innovado en su manera de afrontar la vida. Un optimista se pregunta: ¿cómo puedo resolver esto para
vivir feliz sin sufrimiento o a pesar de él? Usa el humor, la risa, la
perseverancia, el lenguaje positivo y la autoestima. Los otros, quizá, se
sienten importantes con sus problemas “tan graves”, rechazan consejos positivos
y se condenan a la insatisfacción y depresión. Las personas alegres tienen
relaciones felices, se recuperan más rápido, alcanzan sus objetivos y atraen
amistades. Porque la queja permanente es un gran repelente. La vida siempre sucede, el cómo reaccionamos es nuestra
elección, y poder notar las bendiciones del dolor es importante. Te recomiendo
abandonar el miedo a la terapia; seamos valientes y modifiquemos los patrones
para encontrar la alegría de la vida. Innovemos algo ¡Ya!