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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Ayotzinapa y falsas declaraciones


Viernes 26 de Julio de 2024 8:20 am


II/II

Ya hemos hablado ampliamente en otras ocasiones de las declaraciones contradictorias del testigo clave, Gildardo López Astudillo, El Cabo Gil, jefe de sicarios de GU. En su primera declaración, en septiembre de 2015, negó su participación en los hechos. Ese mismo día dice que, como le ofrecieron beneficios en el MP, recordó que ingresó en GU en 2013. Que el enfrentamiento con los estudiantes comenzó porque los identificaron como de Los Rojos. Que se los llevaron por órdenes de policías de Cocula e Iguala. Una semana después, brinda otra declaración, ahora dice que nunca fue miembro de GU, que fue torturado. Hace otra declaración y vuelve a negar estar involucrado en los hechos. En octubre de 2016, vuelve a negar cualquier participación, dice que estuvo ese día trabajando en un taller, que se dedica a vender ganado, oro y granos.

Pasan 4 años, el cabo Gil es asesorado por Gabriel Beristain, del GIEI. Ahora, por primera vez, 6 años después del secuestro, señala como integrantes de GU al general Saavedra, jefe de la región militar, al capitán Crespo y a otros militares. Dice que los jóvenes fueron detenidos por militares y que se los llevaron en camionetas del Ejército al batallón de Iguala y que los cuerpos destazados de los estudiantes fueron incinerados hasta el 28 de septiembre. Que los militares fueron a secuestrar a los estudiantes en la clínica Cristina, pero como había mucha gente no se los llevaron. Que también participaron militares del 41 batallón de infantería. Ese batallón estaba desplegado en otro rincón del país. Cuando una patrulla militar fue al Cristina no había nadie, sólo los estudiantes.

El cabo Gil, cada vez que se estancan las acusaciones, hace nuevas declaraciones: una en 2020, otra en mayo de 2021, donde ahora recuerda con nombre y apellido a militares. En diciembre de 2021 reconoce en fotos de la Fiscalía a más militares y en junio del 2022, dice que tenía relación personal con el capitán Crespo, con el que incluso se iba a tomar unos tragos después de entregarle dinero. En otro momento dice que en realidad el dinero lo entregaba otro, un tal Mugres.

Lo cierto es que tampoco proporciona una sola prueba. Para recordar los hechos, Gil necesitó 11 declaraciones distintas y contradictorias a lo largo de 10 años. Fue el fin del caso Ayotzinapa que construyeron en la anterior fiscalía especial.