Discapacidad psicosocial que invade el deporte
PATRICIA GONZÁLEZ GÓMEZ
Miércoles 28 de Agosto de 2024 8:43 am
La depresión es una enfermedad común pero grave, e
interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir,
estudiar, comer y disfrutar de la vida. La depresión es causada por una
combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por un miedo y
una preocupación excesivos y por trastornos del comportamiento conexos. Los
síntomas son lo suficientemente graves como para provocar una angustia o
discapacidad funcional importantes. Según datos del Comité Olímpico Internacional, 33.6 por
ciento de los deportistas de élite sufre de ansiedad y depresión, y al
finalizar su carrera, 26.4 por ciento enfrenta problemas significativos de
salud mental, dato que reportó El Economista el pasado 4 de agosto. Como lo mencionaba el artículo publicado el miércoles
anterior escrito por la campeona nacional de parataekwondo, Angélica Vargas, un
deportista, sin importar si es olímpico o paralímpico, debe enfrentar muchos
retos para poder posicionarse dentro de la selección nacional que nos
representa cada 4 años en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos; son 4 años de
intenso entrenamiento, dieta y medidas constantes de rendimiento para lograr
llegar a ser seleccionados. Pero ¿quién se especializa en esto? La psicología deportiva
ha tenido un creciente interés por parte de muchas personas relacionadas con el
ámbito deportivo, dado que estudia el comportamiento humano antes y después de
la actividad física, analizando la personalidad y los efectos que el deporte
produce en cada persona. Con el objetivo de mejorar el rendimiento deportivo y de
gestionar el estrés y la ansiedad que sufren muchos deportistas profesionales
cuando trabajan bajo presión, la psicología deportiva puede resultar muy útil
para mejorar el bienestar emocional de los deportistas de alto rendimiento. Cuando se detiene la competición, los deportistas cambian
por completo las rutinas, los paisajes y los lugares donde se desenvuelven con
eficacia. El funcionamiento mental no está generando expectativas ni esfuerzos
porque ha desaparecido el objetivo inmediato que motivaba su rendimiento. Cuando aparece nuevamente la “persona real”, es cuando
emerge la parte humana que les acompaña con sus valores. “Cuando acaba todo el
ruido es cuando te das cuenta que has estado luchando por mucho más que ganar
medallas” (Deportista anónimo, semanas después de competir en los Juegos
Olímpicos).
*Directora de Sin Condición