Monopolios, mal que combatió Cofece
DAVID VILLARREAL ADALID
Viernes 30 de Agosto de 2024 8:27 am
Telecomunicaciones, alimentos y bebidas, cementera,
minería, ferrocarriles, televisoras... Seguramente te vienen a la mente unos
pocos y muy populares nombres de marcas nacionales y extranjeras cuando lees
esos sectores. Los monopolios son empresas que, por su preponderancia en el
mercado, tienen la capacidad de modificar los precios, en detrimento del
bienestar social, para maximizar ganancias. Para combatirlos, México ha optado por estrategias que
promuevan la competencia, como la promoción de inversión extranjera y nacional,
el fomento a la bancarización de la población y la creación de plataformas de
emprendimiento desde el sector público. En ese contexto, el día 10 de
septiembre de 2013 se fundó la Comisión Federal de Competencia Económica
(Cofece) como un órgano autónomo encargado de vigilar, promover y garantizar la
libre competencia en el mercado nacional. Para dimensionar el problema, la concentración de mercados
en el país impacta en un incremento de hasta 15.7 por ciento de los gastos de
los hogares, y lo hace regresivamente cuando se revisa por decil (estrato): al
de menor poder adquisitivo le impacta en 30.9 por ciento (es decir, de cada 100
pesos de gasto, 30 pesos son producto de esta concentración). Este efecto no es
diferenciado solo entre estratos, también entre regiones, pues mientras que los
estados del noreste se afectan en 3 por ciento de sus gastos, al suroeste
(Chiapas, Guerrero y Oaxaca) le afecta en 47 por ciento. El Banco Mundial ha estudiado los resultados de la Cofece
en México, y en ese sentido se comprueba que la comisión ha multado
eficientemente las prácticas desleales de las empresas monopólicas (que
representan 40 por ciento del Producto Interno Bruto nacional). Esto ha
resultado en aumentos de la productividad de ciertas industrias, creación de
más empleo mejor remunerado y márgenes de beneficios “extraordinarios” que
disminuyen. En ese tenor, las leyes antimonopolio mexicanas son ejemplo incluso
para países como el vecino al norte, EUA.
Sin embargo, el pasado 23 de agosto, la Comisión de Puntos
Constitucionales de la Cámara de Diputados dictó la sentencia de muerte de la
Cofece, pese al diagnóstico y resultados antes expuestos. Esta medida,
precipitada a mi parecer, podría impactar negativamente en términos
inflacionarios y promover un eventual aumento estructural en los costos al
consumidor. Sin la Cofece, ya no habrá un organismo autónomo que impida
compras, fusiones, adquisiciones y acciones hostiles de grandes corporaciones
en contra de la sociedad mexicana. Para un mercado emergente como México,
perder este organismo es un lujo que no podemos darnos.