Fan de su repavimentación
LUNES POLÍTICO
Lunes 02 de Septiembre de 2024 8:02 am
La temporada de lluvias en Colima es conocida por agravar
el problema de los baches en las calles, pues cada año, cuando comienzan las
lluvias, las vías públicas sufren un deterioro significativo, con baches que
aparecen o se agrandan, dificultando el tránsito vehicular. Dicho problema no
sólo afecta la movilidad, también puede causar daños en los vehículos y
representar un riesgo para la seguridad de conductores y peatones. Durante la semana pasada, personal del Ayuntamiento de
Colima estuvo reparando algunos tramos de la Calzada Galván, pero estos
trabajos muchas veces resultan insuficientes o temporales, ya que las lluvias
intensas vuelven a deteriorar el pavimento, generando un ciclo continuo, y ¿qué
da como resultado? La frustración de los ciudadanos, que ven cómo cada año se
repite la misma situación sin una solución definitiva. El ciclo de reparaciones y la reaparición de baches no sólo
frustra a los conductores, también genera un gasto continuo para el municipio,
sin mencionar todos los costos adicionales que los ciudadanos enfrentan en
reparaciones de sus vehículos. Resulta evidente que, para romper este ciclo, se
necesita una inversión en materiales de mejor calidad y en técnicas de
pavimentación más duraderas. Implementar soluciones de mayor calidad no sólo mejoraría
la infraestructura vial de Colima, podría representar un ahorro significativo a
largo plazo, tanto para el gobierno local como para los ciudadanos. Es esencial
que las autoridades consideren la importancia de un enfoque más preventivo y sostenible
en lugar de continuar con las soluciones temporales que sólo abordan los
síntomas y no la raíz del problema. Es necesario un enfoque equitativo para el mantenimiento de
las calles y vialidades, pues a menudo parece que sólo se atienden ciertas calles,
mientras otras, que llevan años sin recibir mantenimiento, quedan en el olvido.
Esto no sólo genera una percepción de injusticia entre los ciudadanos, sino que
contribuye a una infraestructura vial desequilibrada y en mal estado. Un programa de mantenimiento que abarque todas las calles y
vialidades de manera justa y regular podría mejorar significativamente la
calidad de la infraestructura urbana; dicho enfoque garantizaría que las calles
más necesitadas también reciban atención, lo que además de aumentar la
satisfacción de los ciudadanos, contribuiría a una red vial más segura y
funcional. Desaparecidos,
deuda gubernamental El pasado viernes se conmemoró el Día Internacional Contra
la Desaparición Forzada en todo el mundo. En Colima, familiares de las víctimas
realizaron una marcha, con el objetivo de exigir la actuación oportuna de las
autoridades y la localización de sus seres queridos. La desaparición forzada se comete cuando se arresta,
detiene o traslada contra su voluntad a las personas, o que estas resulten
privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de
cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan
en nombre del Gobierno o con su apoyo. Si bien la desaparición forzada se refiere al delito
cometido por autoridades en contra de particulares, la fecha conmemorativa es
aprovechada para recordar a todas las víctimas de desaparición,
independientemente de las circunstancias o los perpetradores. En Colima, la Comisión Nacional de Búsqueda reconoce la
existencia de mil 300 personas desaparecidas; sin embargo, la Red de
Desaparecidos en Colima afirma que las víctimas son alrededor de mil 500 y el
número sigue creciendo, como lo muestran los reportes y las alertas difundidas
a través de diversos medios. Además, los reportes oficiales señalan que desde 2018, en
Colima, han sido localizados 758 cuerpos en 199 fosas, lo que indica la
gravedad de esta problemática, escasamente atendida por las dependencias
gubernamentales de todos los niveles. Los colimenses que pasan este difícil trance enfrentan una
doble tragedia, por una parte viven el dolor inconmensurable de la pérdida de
un familiar, y por otra, deben enfrentar la indiferencia oficial que potencia
las consecuencias de este delito. Quienes integran la Red de Desaparecidos en Colima, madres
en su mayoría, han emprendido la complicada tarea de buscar a sus familiares,
porque las autoridades no lo hacen, pero además visibilizan la circunstancia de
violencia e impunidad que permea la realidad en el estado. El nuevo gobierno federal, encabezado por Claudia
Sheinbaum, deberá emprender una cruzada de grandes alcances que revierta la
impunidad y la negligencia que prevalece en este delito. Es una deuda que debe
atenderse porque afecta a los sectores más vulnerables. La desaparición de personas es una de las expresiones más
crueles de la violencia y la inseguridad que prevalecen en el país. Sus
implicaciones afectan a familias enteras, trastocan de manera permanente la
vida de esas personas que nada tienen que ver con actividades delictivas. Por tal motivo, es impostergable la aplicación de una
estrategia nacional que atienda los casos olvidados. En Colima hay muchos y son
dolorosos, representan una deuda con la sociedad que pone en entredicho todo lo
que pregonan los gobiernos de la transformación. México
en la piel Así te envuelve México, así te sabe México, así se lleva a México en la piel. Cada que llega septiembre es inevitable el sentimiento de
orgullo mexicano. Ese sentimiento que hace reconocer las paradisiacas playas,
la arquitectura de los pueblos mágicos, y el orgullo de tener la segunda
capital con más museos en el mundo: la Ciudad de México. Es momento de sentirse orgullo de los patrimonios
inmateriales que este país le ha regalado al mundo: el mariachi y la
gastronomía. Y ni hablar de ese conocimiento transmitido de generación en
generación sobre el Día de Muertos, la leyenda de La llorona, como es que el
mexicano está hecho de maíz y más. Como acompañarse con Mariachis Para hacer llorar a esa canción En el sur se toca con marimba En el norte con acordeón Es inevitable querer conocer México es parte de la
identidad. Pero llega la realidad. Según la Secretaría de Turismo, de enero a septiembre de
2023, se recibieron poco más de 16 millones de turistas internacionales sólo
por vía aérea; pero también, en septiembre de 2023, 4 países, EUA, Canadá,
China y Alemania, tomaron como medida preventiva advertir a sus ciudadanos
sobre la inseguridad en México. Por otro lado, según las cifras de las autoridades
mexicanas, hasta el pasado 15 de marzo de 2024, había un total de 99 mil 729
registros de personas desaparecidas o no localizadas en la República. Además, en lo que va de 2024, se han registrado
oficialmente 184 feminicidios en el país. Conocer el país, del desierto a la selva, del Pacífico al
Golfo, es el sueño de muchos que llevan a México en la piel, pero la violencia
que se vive en el país opaca esos sueños. El ejemplo más claro es lo vivido la
semana pasada en Culiacán. Otra razón por la que el mexicano no tiene oportunidad de
conocer cada rincón de su país es el tema económico y de tiempo, por ejemplo,
al primer año de trabajo, los trabajadores tienen no menos de 12 días de
vacaciones. Si se compara la situación con países como España, que tienen
derecho a 30 días desde el primer año, esto deja a México en clara desventaja
turística y convierte a los mexicanos en verdaderos estrategas para separar
esos días entre vacaciones, eventos familiares y prever unos cuantos días más
para emergencias. La inseguridad y la logística de tiempo y dinero dejan al
mexicano limitado de opciones para conocer todo aquello de lo que debería
sentirse orgulloso. Realidad
y percepción EL Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
con la finalidad de recabar información sobre la percepción que las y los
mexicanos tienen sobre la situación de bienestar que se vive de manera
integral, es decir, la ciudadanía autoevalúa su satisfacción sobre diversos
aspectos de su cotidianidad, como lo son las relaciones personales, vivienda,
ocupación, logros, perspectiva a futuro, salud, nivel de vida, vecindario,
tiempo libre y seguridad ciudadana, así como la opinión sobre su ciudad y país
en términos generales. Los datos que se obtienen del Módulo Básico de Bienestar
Autorreportado (Biare) son subjetivos, pues se enfocan solamente en la manera
en que las personas perciben los rubros ya mencionados, y esta percepción se
encuentra siempre sujeta tanto al estado anímico del individuo, como a su edad,
sexo, e incluso a los privilegios o desventajas relacionados a su estatus
social o económico. La postura que la ciudadanía mantenga ante los diversos
factores que contiene la encuesta se indican de 0 a 10, y abarca el primer
semestre del año en curso. En general, el balance anímico de las y los mexicanos
alcanzó el valor de 6.2, menor al del año pasado por dos décimas. Aunado a
esto, se registró en la encuesta que, de la población adulta consultada, 47.5
por ciento se considera satisfecha con su vida. Esto quiere decir que en la
mayoría de los rubros, las calificaciones que se obtuvieron de casi la mitad de
las personas encuestadas oscilaron entre 8 y 10. Sin embargo, llama la atención que, mientras las relaciones
personales fue la categoría mejor rankeada, las que generaron menor
satisfacción fueron referentes a la percepción de su nivel de vida, vecindario,
ciudad y país. ¿Cuál fue la categoría peor calificada? Por supuesto, la seguridad
ciudadana, puntuada con 5.6. Según los resultados del Biare, una de cada cuatro
personas adultas está insatisfecha con la seguridad ciudadana. Todas las
categorías que recibieron puntuación baja están directamente vinculadas a la
calidad de vida actual de la ciudadanía.
Aparentemente, los actos delictivos tuvieron una
considerable reducción, y “el pueblo está feliz”. En algunos ámbitos pareciera
que sí, pero en números, existen deficiencias que frenan la posible mejoría en
la calidad de vida de las y los mexicanos. La realidad que se vive en el país y
la percepción que se tiene, dependiendo de la posición en la que se encuentra
cada individuo, son dos aspectos que valen la pena equiparar, y así ver un
panorama más completo de las necesidades que, como comunidad, no se han
atendido y quedan, infortunadamente, en la caja de “pendiente sexenal”.