Amenaza de la autodeterminación
JUEVES POLÍTICO
Jueves 05 de Septiembre de 2024 8:22 am
Según información de la Organización de las Naciones
Unidas, México es uno de los pocos países que reconoce la autodeterminación de
pueblos indígenas, tema de suma relevancia, sobre todo hoy, pues se conmemora
el Día Internacional de la Mujer Indígena. El actual presidente de la
República, Andrés Manuel López Obrador, busca garantizar de manera permanente
este aspecto con su iniciativa de reforma al artículo 2 de la Constitución. De ser aceptada dicha reforma, los pueblos ya mencionados
podrán ejercer con total autonomía sus derechos sin restricciones externas; así
pues, el gobierno en todos sus niveles y la sociedad en general deberán
respetar las decisiones tomadas por ellos. Este planteamiento, en lo teórico,
suena más que formidable; sin embargo, existen dentro del tema claros pros y
contras. Por una parte, que los pueblos indígenas seleccionen a sus
autoridades permite que se vele con mayor convicción por el respeto y el libre
ejercicio de sus derechos. Por otra, esta posición al margen de las resoluciones
internas podría ser aprovechada para que, con el respaldo de la categoría de
usos y costumbres, se vulneren los derechos de ciertos grupos. Un ejemplo de ello es el matrimonio forzado infantil, rubro
en el que México se encuentra posicionado en los primeros lugares a nivel
mundial, y que desampara a niñas y adolescentes de sus derechos al escudarse en
una supuesta defensa de la autodeterminación. El matrimonio infantil,
consentido por usos y costumbres en comunidades indígenas, es innegablemente
una seria y directa vulneración a los derechos de las niñas. Ningún uso o
costumbre debe estar por encima de los derechos que protegen la dignidad y
libertad de menores de edad. Al tocar el tema del matrimonio infantil, surge la noticia
reciente referente al rechazo por parte de Morena a impedirlo. A inicio de
agosto, Laura Haro, presidenta del PRI en Jalisco, propuso una modificación a
la Constitución para prohibir el matrimonio infantil. La respuesta que obtuvo
de la bancada guinda no fue la esperada; con 10 votos a favor y 16 en contra,
la propuesta fue desechada. Por supuesto es esencial garantizar los derechos de los
pueblos indígenas, es más que pertinente el ejercicio de desglosar qué tópicos
abarca esta autodeterminación y especificar qué sí y qué no es viable para
meter al costal de usos y costumbres, en el sentido de asegurar una vida digna
a las comunidades mismas, y especialmente a las mujeres de todas las edad que,
dejando de lado sesgos sociales o políticos, son un sector frecuentemente
lastimado. ¿Y los
otros 60 años? A pesar de la importancia de las mujeres indígenas en la
preservación de la cultura, la lengua y las tradiciones, continúan enfrentando
condiciones desiguales en diversas áreas, incluyendo la económica. De acuerdo con datos del Fondo para el Desarrollo de los
pueblos Indígenas de América latina y Caribe (FILAC), en América Latina, la
situación es especialmente preocupante, debido a que las brechas salariales
entre mujeres indígenas y hombres son significativas, lo que refleja una desigualdad
de género arraigada y estructural, de acuerdo a los datos, un promedio de 29.4 por ciento de las mujeres indígenas no
cuentan con ingresos propios, lo que agrava su vulnerabilidad económica. Claudia Sheinbaum ha declarado que “es tiempo de mujeres” y
que su llegada a la presidencia simboliza un triunfo colectivo para todas. Uno de los programas que ha anunciado tiene como objetivo
apoyar económicamente a las mujeres de 60 a 64 años, especialmente a aquellas
que no tienen ingresos propios. Este programa busca proporcionar a estas
mujeres un apoyo económico previo a la pensión de adulto mayor, con el
propósito de otorgarles mayor autonomía y reconocimiento. La propuesta de Claudia Sheinbaum para apoyar
económicamente a las mujeres de 60 a 64 años es un paso importante hacia la
equidad y el reconocimiento de las contribuciones de las mujeres, especialmente
las indígenas; sin embargo, ¿qué pasa con los primeros 60 años de vida? La
pregunta es crucial y apunta a una preocupación legítima: ¿qué sucede con las necesidades
de las mujeres en otras etapas de su vida? Es importante que las políticas públicas no sólo aborden la
etapa previa a la pensión, también consideren las desigualdades y desafíos que
las mujeres enfrentan a lo largo de toda su vida, incluyendo el acceso a la
educación, el empleo digno, la salud integral, y la protección contra la
violencia, entre otros aspectos. Las mujeres indígenas, en particular, suelen
enfrentar múltiples barreras desde la infancia hasta la adultez, como la
discriminación, la falta de oportunidades educativas y laborales, y la
exclusión social. Para que la propuesta sea transformadora, sería necesario
complementarla con políticas que aborden aspectos desde una perspectiva de
ciclo de vida. Si bien el apoyo económico a las mujeres mayores es
valioso, un enfoque integral que atienda las necesidades a lo largo de toda la
vida de las mujeres garantizaría un cambio más profundo y sostenido en la lucha
por la equidad de género y el bienestar de las mujeres indígenas en México. Poeta
indígena: ¿discriminada por 4T? En el campo de la literatura mexicana, la producción de
obras en lenguas originarias cobra cada vez mayor relevancia, propiciando el
espacio para escritores y escritoras provenientes de dicho sector de la
población. En México, las lenguas originarias más habladas son náhuatl, chol,
totonaca, mazateco, mixteco, zapoteco, otomí, tzotzil, tzeltal y maya. Entre las y los autores en lenguas originarias, resalta la
trayectoria de Irma Pineda. La poeta y profesora de origen zapoteco ha
participado en eventos culturales a nivel nacional e internacional, y ha
publicado obras en español y diidxazá, siendo referente de la literatura
mexicana actual. Se ha desempeñado también como encargada de la Asociación de
Escritores en Lenguas Indígenas, promoviendo siempre desde su trinchera la
lengua y cultura zapoteca. En su ejercicio de escritora y promotora, ha manifestado
ser simpatizante de la 4T, y en el pasado proceso electoral se sumó a las filas
del equipo de Claudia Sheinbaum. El partido guinda y la coalición que conformó
tuvo una victoria avasallante. Con la conclusión del proceso electoral, el
Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca acreditó a
la poeta como diputada plurinominal del PT por representación proporcional, y
el pasado 11 de junio se le otorgó su constancia. La relevancia del suceso residía en el respeto a la
representación indígena dentro de la diputación, lo que representaba un avance
para dicho sector. Parecía que todo marchaba bien. Con lo que no se contaba era
que el Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca le retiraría la constancia de
acreditación para dársela al presidente local del PVEM, José Antonio Estefan
Gillesen, personaje conocido también porque, en la legislación anterior, obtuvo
un lugar suplantando la autoadscripción indígena. Lo que parecía avance se convirtió en retroceso. La
modificación a la asignación de diputaciones desplazó a una persona más que
apta para representar a la población indígena. Resulta sumamente cuestionable
tal acto, aunque tenga un supuesto fundamento. Urge garantizar la
representación de los pueblos indígenas en el Congreso de la Unión, ya que es
un tema que se ha debatido por años, y cuando parece que al fin se tendrá un
cambio, hay más de lo mismo. Moda
artesanal Es bien conocido que los bordados de mujeres indígenas son
piezas de arte únicas, esto debido a que las puntadas, si bien podrán ser
similares, cada artesana tendrá una técnica diferente, que se traduce en
variaciones en el resultado final de la prenda. Las obras de arte de estas mujeres fueron encontrando su
lugar en la alta moda con piezas completas y complejas, tales como los
huipiles, los rebozos, las guayaberas, los sombreros y un largo etcétera. Estas filtraciones a la moda llegaron hasta los debates
presidenciales del proceso electoral de 2024, donde las entonces candidatas de
las coaliciones Sigamos Haciendo Historia y Fuerza y Corazón por México,
Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz, respectivamente, vistieron
textiles artesanales. En el caso de Claudia Sheinbaum, pudimos incluso ver trajes
sastres con una aplicación artesanal originaria de Puebla. Xóchitl Gálvez, por
su parte, portó sus ya característicos huipiles, y en específico, respecto al
blanco que vistió durante el primer debate, sabemos que es de Chiapas. No, por desgracia no escribe esto una experta en moda
artesanal; una extenuante e interesante investigación guió al origen de todo
esto: una chica en TikTok que sí sabe sobre el tema, llamada Luz Valdez. Luz no sólo te explica por qué el bordado es único o cómo
reconocer las técnicas, ella da visibilidad a estas artesanas, en su mayoría
son mujeres: da a conocer su trabajo, en dónde se les puede encontrar, sus
redes sociales o el lugar de tiendas físicas, y también, por desgracia, le toca
compartir las injusticias que viven estas manos.
Infortunadamente las injusticias en este ramo no faltan,
pues hablamos de regateos, poco o nulo reconocimiento a las y los artesanos,
plagios y una lucha constante contra la maquilación.