A la altura de la emergencia
LUNES POLÍTICO
Lunes 09 de Septiembre de 2024 8:41 am
La epidemia de dengue no cede terreno en la entidad. Esta
semana, las autoridades federales confirmaron que tres personas han fallecido
por complicaciones derivadas de esa enfermedad, además de que se estudian 10
muertes más para determinar la causa. Igualmente, la Secretaría de Salud reportó 258 nuevos casos
en la semana epidemiológica 35, para llegar a 2 mil 566 enfermos confirmados,
lo que coloca al estado en el primer lugar de incidencia nacional, muy lejos
del segundo sitio que ocupa Morelos. También resulta preocupante que hasta el momento se han
contabilizado 13 mil 622 casos probables en las estadísticas oficiales, lo que
representa un incremento de mil 748 registros en comparación con la semana
epidemiológica anterior. El incremento de casos no ha logrado frenarse, a pesar de
los esfuerzos que realiza el gobierno estatal con el incremento de las campañas
de fumigación, así como del personal que se encarga de repartir la sustancia
que controla la proliferación del mosco. Tales acciones todavía no dan los resultados esperados, lo
que se debe en gran medida a que el ciclo de reproducción del Aedes aegypti se
encuentra en su punto más alto por la temporada de lluvias, pero también a la
tardanza oficial para implementar medidas de contención cuando el problema
apenas comenzaba. La responsabilidad de la Secretaría de Salud es clara e
ineludible, pero también lo es que la sociedad debe participar de manera activa
para romper con las cadenas de transmisión, implementando una serie de medidas
que han sido difundidas a través de distintos canales de comunicación. A la población corresponde mantener sus hogares libres de
recipientes y cacharros que acumulen agua, además de limpiar la maleza de sus
propiedades y acudir a recibir atención médica de manera oportuna para evitar
complicaciones por la enfermedad. Esas sencillas medidas de prevención evitarán el incremento
sostenido de contagios, mismo que actualmente está a punto de colapsar los
centros hospitalarios públicos, donde difícilmente puede encontrarse sitio para
convalecer con los debidos cuidados. La emergencia sanitaria que enfrenta Colima demanda que
cada quien asuma su responsabilidad. Tanto las autoridades como la población
tienen trabajo que hacer en sus respectivos ámbitos de competencia, solo ese trabajo
colaborativo permitirá avanzar en este sensible tema. Si el dengue es la principal amenaza a la salud de los
colimenses, como lo señaló el secretario de Salud del gobierno estatal, Víctor
Torrero, las instituciones y las personas en lo individual tienen que actuar en
correspondencia a la delicada situación. La colaboración de todos será vital en las próximas
semanas. Si todos actúan a la altura de la circunstancia, seguramente esta
nueva emergencia sanitaria terminará pronto¸ porque de otra forma, si se buscan
pretextos antes que acciones específicas, habrá saldos que lamentar. ¡Bonito
festejo! Se conmemoró ayer el Día Internacional del Periodista. El
objetivo es promover la libertad de expresión y el acceso a la información.
Pero claro, cuando se trata de periodismo y libertades, hay quien siente
urticaria y la imperiosa necesidad de mentir. “No hemos tenido asesinatos de periodistas más allá de lo
que las circunstancias han ocasionado”, dijo AMLO la semana pasada mientras
daba más resúmenes falaces de su paso por la gestión de la presidencia. Llama la atención cómo trata de minimizar un problema en el
que México es líder internacional. Nada más en Palestina hay más periodistas
muertos que en México en un periodo comparable. ¿A qué se refiere con “más allá de lo que las
circunstancias han ocasionado”? ¿Venganzas personales de políticos?,
¿delincuencia organizada?, ¿o simplemente que los mexicanos, desde la casi
irrefutable perspectiva del presidente no deben poner atención a los
escalofriantes datos de este problema? Hay quien pregunta por qué ponemos arriba las poquitas
victorias periodísticas que tenemos en tribunales contra Morena, por encima de
hechos que los hegemónicos consideran “más importantes”. La respuesta es sencilla, cada victoria de cualquier
periodista sobre quienes pretenden amarrarle una mordaza nada más porque no les
gusta lo que dicen de ellos, se debe festejar como lo que es, un logro en la
defensa de las libertades de toda la sociedad. De acuerdo con Artículo 19, el sexenio de AMLO fue igual de
mortífero para los periodistas, que el de Peña Nieto, pues se han reportado
desde el inicio del sexenio actual y hasta el momento, 47 asesinatos. Y por si fuera poco, todavía el presidente tuvo los tamaños
para decir que “estaba orgulloso” de que no había habido asesinatos de
periodistas, de nuevo, bajo las circunstancias actuales. Pero bueno, qué se le puede decir a alguien que está
orgulloso del “combate a la corrupción” y permitió, ya sea con intención o por
omisión, un desfalco de 2 mil 700 millones de pesos en Segalmex. O también, de alguien que está orgulloso del “combate a la
pobreza” o de quien cree que el sistema de salud mexicano es “mejor que el de
Dinamarca” o que el Tren Maya no es un ecocidio... Pero no le ha bastado con minimizar, también se dedica a
incendiar los ánimos, poniéndole a ciudadanos comunes blancos en la espalda,
sólo por no coincidir, por pensar y por investigar. Él ya se va, ¿su escuela
seguirá? La tan
polémica reforma… PARA buena parte de los mexicanos, el tema de la reforma al
Poder Judicial es el pan de cada día. El paquete de reformas que presentó en
febrero el presidente, Andrés Manuel López Obrador, considera diversas
modificaciones a temas que conciernen a la población, y uno de ellos es la
organización del Poder Judicial. La reforma, entre algunas cuestiones, propone
que los jueces y magistrados sean electos mediante voto popular, reducir el
número de ministros, eliminar pensiones vitalicias a ministros, y un largo
etcétera. Ante tales premisas, existen argumentos en pro y contra, y
eso se puede ver en las tantas manifestaciones que han tenido lugar en
distintos estados de la República. No se limita a trabajadores del Judicial,
quienes hicieron paro de labores a nivel nacional; ahora, cientos de mexicanos
tomaron una postura sobre el tema y participan activamente en eventos a los que
son convocados. “Independencia judicial, contrapeso nacional”, se escucha
por una parte; “democracia sí, dedazo no”, por otra. La población se encuentra
claramente dividida; sin embargo, en este tema en el que ha sido tan complicado
generar un intercambio de ideas, es de suma importancia indagar en todo lo que
la reforma representa, los cambios que se pretenden efectuar y tomar un momento
para dimensionar las posibles consecuencias que podrían beneficiar o perjudicar
al país. Actualmente, el partido guinda tiene una fuerte presencia
en el Congreso de la Unión: 364 miembros de la coalición entre Morena, PT y
PVEM ante 108 de la oposición en la Cámara de Diputados, y 83 miembros de
Morena y aliados ante 45 de la oposición en la Cámara de Senadores. Se vaticina que, con tales números en ambas Cámaras, sería
probable que esta y otras reformas propuestas por el Ejecutivo fueran
aprobadas. Esto no solo lo comentan analistas y estudiosos del tema. El mismo
día que la reforma fue aprobada por la Cámara Baja, el presidente del Senado,
Gerardo Fernández Noroña, aseveró lo evidente: Morena cuenta con la mayoría, y
que no había “poder sobre la tierra que pudiera detener” el proceso legislativo
al que se encuentra sujeta la aprobación de la reforma. Mencionó también algo por demás cierto: corresponde a los
mexicanos determinar su futuro. La población se ha levantado de uno y otro lado
del tablero; cuando se tenga un veredicto ¿será acorde a la elección del
pueblo? El
dilema de tener hijos en tiempos de incertidumbre LA disminución de la tasa de fecundidad en Colima, al igual
que en otras partes de México, es un fenómeno multifactorial que va más allá de
los programas de planificación familiar o del acceso a la educación y atención
a la salud de las mujeres. Aunque estos factores han jugado un papel
importante, es innegable que las condiciones socioeconómicas, la incertidumbre
laboral y las crisis globales también están influyendo de manera significativa
en las decisiones sobre tener hijos. Los altos costos de la vida actual, como los elevados
precios de la vivienda y el aumento de los gastos básicos, hacen que las
parejas más jóvenes reconsideren la posibilidad de formar una familia. De acuerdo con el banco BBVA, el Tecnológico de Monterrey
realizó un estudio para determinar cuánto cuesta tener un hijo en México en la
actualidad, tomando en cuenta que, desde que nacen, no solo se trata de
alimentarlos, vestirlos y cuidarlos, sino que pueden suceder imprevistos, y
muchos, a lo largo del camino y sin aviso. El estudio muestra un aproximado sobre el gasto de tener y
mantener a un hijo desde que nace hasta los 18 años (y en la mayoría de los
casos los 18 no son la edad en la que los gastos paran) es de entre 36 mil y 90
mil pesos en ropa; hasta 3 millones 200 mil en alimentos (que puede subir si
necesitan alimentos o una dieta especial); y alrededor de 3 millones 500 mil
pesos en educación. Esto además no toma en cuenta los gastos de salud, lo que
pagas por la estancia en el hospital en el momento del nacimiento o gastos
extra. Además, la inestabilidad económica y laboral crea un
ambiente de incertidumbre, lo que genera dudas sobre la capacidad de ofrecer
una vida estable a un hijo. La perspectiva de afrontar crisis recurrentes, como
la inflación o los desastres naturales, también refuerza este sentimiento de
inseguridad, esto se refleja en la baja tasa de fecundidad, ya que muchas
personas prefieren enfocarse en sus propias necesidades y en adaptarse a un
entorno cada vez más difícil antes de pensar en ampliar la familia. De igual forma existe menor presión social, pues los
cambios en las normas sociales han dado lugar a una mayor libertad individual y
menos presión para cumplir con expectativas tradicionales, como formar una
familia o tener hijos. Hoy en día, las personas tienen más espacio para elegir
diferentes trayectorias de vida, como priorizar el desarrollo profesional,
viajar, o simplemente vivir sin los compromisos de la crianza y dicha autonomía
para definir qué constituye una vida plena está influyendo en la decisión de
muchas personas.
Asimismo, decidir tener hijos es una elección válida y
personal, pero requiere una reflexión profunda sobre todos los aspectos
involucrados. No solo se trata de los gastos económicos, que son
significativos, también del compromiso emocional y afectivo que conlleva la
crianza. La responsabilidad de garantizar un entorno seguro y de apoyo, de
formar vínculos emocionales sanos, y de estar presentes en cada etapa del
desarrollo de un hijo es un factor clave que muchas veces se subestima.