Final difícil
AGUSTÍN BENÍTEZ OCHOA
Miércoles 11 de Septiembre de 2024 8:18 am
Al parecer, ahora se trata de crear un escenario tortuoso
para que el presidente Andrés Manuel López Obrador no logre la tersa transición
de la que habló aún antes de iniciar las giras con la presidenta electa. Se
trata de complicar la situación política al límite de su resistencia, hasta
donde llegue la imaginación, para que el presidente no se vaya con la
satisfacción que le otorga el incondicional apoyo popular. Se ha intentado todo: atacar la iniciativa de reforma al
Poder Judicial a través de ridículas suspensiones por una jueza sin las
atribuciones correspondientes, las marchas y plantones inducidas por los mismos
ministros, el recurrente engaño a la población con las amenazas, también
ridículas, de una supuesta y absoluta carencia de justicia (como si actualmente
sí hubiera y se aplicara) hasta motivar a los jóvenes estudiantes a una
revolución justiciera. De todo, pero la digna tozudez presidencial, la
congruente actuación de legisladores y el apoyo popular han servido de diques
de integridad contra el torrente de ignominia. El desarrollo de la infinita trama de La cándida suprema
corte y su… (con el perdón de don GGM) parece no tener fin. Ahora resulta que
los mismos ministros de la Corte pretenden decidir si se justifica o no la
propuesta de Reforma Judicial hecha por AMLO y respaldada con un amplio,
enorme, apoyo popular. Era obvio que el voto del 2 de junio pasado llevaba
implícito el consentimiento para que los diputados y senadores electos
aprobaran las iniciativas presidenciales y se realizaran todas las
modificaciones que implicaran tales aprobaciones. Entonces resulta inexplicable
la necedad de querer retorcer las reglas, normas y leyes vigentes en favor de
los siempre beneficiados y en perjuicio de las clases más vulnerables. Pero el proceso de discusión y, en su caso, de beneplácito,
ya está en trámite y será verdaderamente difícil detenerlo. La Cámara de
Diputados ya aprobó en lo particular y en lo general la iniciativa de Reforma
Judicial, de una manera clara y definitiva en lo que le corresponde la
modificación constitucional requerida, tras una discusión de más de 17 horas el
martes y miércoles de la semana pasada, con resultado de 359 votos a favor, 135
en contra y cero abstenciones, a pesar de todas las impugnaciones, caprichos y
estertores de la oposición. Ahora la decisión final de la aprobación está en el Senado
de la República, donde podrían suceder algunos hechos sorpresivos, aun cuando
Morena y sus aliados han asegurado contar con los votos necesarios para que el
Senado resuelva favorablemente la iniciativa presidencial. Tratando de hacer una síntesis razonable podría pensarse
que la reforma judicial está prácticamente resuelta en los términos propuestos
por el presidente López Obrador. Cualquier otro escenario caería en las
mencionadas sorpresas posibles, pero no probables. Se prevé que la votación
decisiva será este miércoles en una sesión larguísima, llena de discusiones y
sobresaltos, no apta para espíritus pusilánimes.