Cargando



Economía política del “segundo piso”



DAVID VILLARREAL ADALID


Viernes 13 de Septiembre de 2024 8:53 am


El próximo primero de octubre inicia el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, quien se convertirá en la primera mujer en asumir la Presidencia de México. A palabras de ella, comenzará el “segundo piso” del proyecto de la Cuarta Transformación, iniciada por Andrés Manuel López Obrador. Este segundo piso pareciera no solo ser metafórico para la continuación de políticas, sino un nuevo paradigma en términos de la economía política en el país.

La doctora Sheinbaum ha dejado en claro que gobernará bajo los principios de una división estricta entre el poder económico y el poder político. En su gobierno, el Estado reafirmará su papel como promotor del desarrollo, en lugar de ceder ese espacio a las fuerzas del mercado. La autonomía del Banco de México y la disciplina fiscal seguirán siendo pilares fundamentales, pero combinados con el combate a la desigualdad del ingreso y la riqueza, así como el fortalecimiento del mercado interno.

El ejercicio del gobierno seguirá rigiéndose por el principio de austeridad republicana, un concepto introducido por Andrés Manuel López Obrador y que Sheinbaum promete continuar. Este no es solo un principio de recorte de gastos, sino de reorientación de recursos hacia los sectores que promueven la justicia social. El fortalecimiento de la infraestructura pública se mantiene como prioridad, pero con un ojo en la sostenibilidad y la inclusión.

El fortalecimiento del Banco del Bienestar se convertirá en el brazo financiero de la política social, promoción del ahorro en sectores marginados y el acceso al crédito para la economía popular. La relocalización de empresas en el marco del T-MEC cobra una relevancia particular, ya que no bastará con que lleguen nuevas inversiones, sino que estas vengan con condiciones laborales justas y salarios dignos. El objetivo de la doctora es evidente: la relocalización se debe traducir en un desarrollo regional equilibrado y sostenible.

El otro pilar que percibo es el de la transición hacia la electromovilidad y la sostenibilidad ambiental. Desde el Gobierno, se impulsará una agenda de mitigación al cambio climático, pero sobre todo de modernización de la economía mexicana. Esto no solo implica inversiones en infraestructura verde, también en investigación y desarrollo en esas áreas.

Además, seguirá incrementándose el salario mínimo, con el objetivo no solo de elevar los ingresos personales, sino de lograr “un crecimiento económico compartido para todas y todos”, especialmente para los históricamente marginados. Este enfoque de modelo de crecimiento inclusivo deja el bienestar de la población como consecuencia incidental del crecimiento para volverlo su objetivo central.

En síntesis, pareciera que el “segundo piso” de la Cuarta Transformación será un proyecto que institucionalice el nuevo paradigma económico en el que el Estado sea protagónico en la distribución de la riqueza y la promoción del desarrollo. La presidenta electa y su equipo tienen ante sí un gran desafío: mantener una política fiscal disciplinada sin abandonar el crecimiento de la economía. Esto determinará el éxito o fracaso de lo que pareciera una nueva corriente del pensamiento económico mexicano.