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El gran acierto de la 4T



DAVID VILLARREAL ADALID


Viernes 27 de Septiembre de 2024 8:29 am


En México, aunque es un país republicano, el poder siempre ha estado concentrado en la figura presidencial y, por tanto, nos hemos acostumbrado a definir con el nombre del que ostentó el poder a los ciclos sexenales. Y el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador es sin duda uno que, para adversos y adeptos, quedará para la posteridad en la historia nacional.

Mucho se puede hablar de Andrés Manuel López Obrador, de su particular discurso anticorrupción, de su cruzada contra la pobreza que desde los inicios de su carrera política emprendió, y de su forma única de comunicación con sus gobernados y gobernadas desde La Mañanera, que trascenderá como uno de los foros más icónicos en el folclor popular. Catalizador de lágrimas, abrazos, discusiones y recelo, Andrés Manuel López Obrador dejará su nombre marcado en los libros de historia de generaciones futuras.

Lo más destacado de este sexenio, en mi opinión, fue la inversión pública, no tanto por el volumen que, en términos reales, es incluso menor que la de Enrique Peña Nieto, sino por su focalización en el sureste del país, una región históricamente rezagada. En estos 6 años, se completaron cuatro grandes proyectos que, a pesar de la controversia, reflejaron las prioridades del presidente.

Primero, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que requirió una inversión cercana a los 75 mil millones de pesos. Le sigue la Refinería Dos Bocas, con un costo final aproximado de 300 mil millones de pesos, aunque en un inicio se proyectó un gasto de 160 mil millones de pesos. El Tren Maya, por su parte, ha absorbido 450 mil millones de pesos, mientras que el Corredor Transístmico, que aún no ha sido inaugurado, ya ha recibido cerca de 30 mil millones de pesos hasta 2023.

Lo significativo de estos proyectos es que tres de ellos (Dos Bocas, el Tren Maya y el Corredor Transístmico) se localizan en el sureste. Esta inversión ha sido un impulso clave para su desarrollo, posicionándola como la región de mayor crecimiento en el sexenio (Banco de México, 2024). Es decir, no solo se ha generado riqueza en estos estados, sino que también se ha comenzado a reducir la brecha de desigualdad regional que había imperado por décadas.

En concreto, la llamada Cuarta Transformación quedará grabada en la memoria colectiva por su apuesta en infraestructura en el sureste mexicano. Aunque estos proyectos estuvieron rodeados de polémicas, su impacto económico es innegable. La inversión en infraestructura enfocada en esta región llena de rezagos representó un cambio de enfoque en las políticas de desarrollo nacional. La capacidad de materializar esto fue, por tanto, el mayor logro del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.