RAZONES
JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Seguridad: primeros 100 días
Martes 01 de Octubre de 2024 8:17 am
Claudia Sheinbaum ya es la primera presidenta de México y
comienza su administración con un enorme caudal de pendientes, políticas por
modificar, objetivos que corregir. Mañana estará en Acapulco y esa ya será una
señal de un cambio en la forma y el fondo de cómo hacer las cosas. Obrador
nunca se reunió con damnificados de las distintas tragedias naturales que
sufrió el país durante su sexenio, la más trascendente sin duda fue Otis, que
devastó Acapulco, que ahora vuelve a estar bajo las aguas por otro huracán,
John. Será mucho más que una señal que en su primer día de gobierno Claudia no
sólo visite Acapulco, sino que esté con los damnificados por la tragedia. Pero más allá de eso, el tema prioritario es la seguridad.
La presidenta encontrará un país en una situación delicadísima de seguridad y
el nuevo gobierno ha establecido un plan de 100 días con sus objetivos
prioritarios, donde se buscará disminuir el número de homicidios dolosos y
delitos de alto impacto. En ese sentido, se plantea la neutralización de los
generadores de violencia y la eliminación de redes criminales, con el acento
puesto en el tráfico de drogas, pero sobre todo de fentanilo, de armas de
fuegos y el combatir el lavado de dinero de los grupos criminales. Habrá una estrategia especial con notoria presencia
policial en las carreteras y vías de comunicación y se crearán 10 fuerzas de
tareas conjuntas con la Defensa, la Marina y la Secretaría de Seguridad, que
realizarán actividades de inteligencia e investigación con el objetivo de
judicializar la información, con acciones coordinadas. En ello se demandará la
acción oportuna de las fiscalías y se hará un seguimiento en tribunales hasta
que se alcancen sentencias, además de recuperar el control de las actividades
delincuenciales en los reclusorios. Con las reformas a la Guardia Nacional, uno de sus
objetivos será tener 32 unidades de GN en los estados, como fuerzas homologadas
a la federal, lo que se acompañará de una estrategia para el desarrollo de 32
policías, 32 fiscalías y 32 sistemas penitenciarios también homologados, con
metas estandarizadas para cada uno de los estados. Se trata de una tarea titánica en la que la coordinación de
Omar García Harfuch, el general Ricardo Trevilla y el almirante Raymundo
Morales será clave, pero también se requiere voluntad política y operativa de
la fiscalía federal y las estatales y de una rápida, desde hoy mismo,
reestructuración institucional para poder acometer estas tareas. Demás está decir que nada de esto se parece a la estrategia
de “Abrazos, no balazos”, e incluso si bien está inspirado en operaciones
actualmente en curso, como lo realizado con la CDMX o en forma casi de
laboratorio en Fresnillo, Zacatecas, la dimensión es tan grande y la presencia
de las organizaciones criminales tan amplia que demandará una gran amplitud de
miras y mucha flexibilidad en la aplicación de este plan de cien días.
Porque el desafío último está en retomar la iniciativa,
demostrar las capacidades del Estado mexicano y con ello recuperar la confianza
de la ciudadanía a partir de una percepción diferente a la actual. En última
instancia, de lo que se trata es de romper el empoderamiento criminal y
demostrar que el Estado es más fuerte que los criminales.