Nobel de Economía: lecciones para México
DAVID VILLARREAL ADALID
Viernes 18 de Octubre de 2024 8:19 am
Este año, el Premio Nobel de Economía 2024 fue entregado a
Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson, tres economistas que han
dedicado sus investigaciones a explicar las relaciones que guardan las
instituciones políticas y económicas con el desarrollo de las naciones. El
trabajo de dos de ellos, Robinson y Acemoglu, ha quedado manifiesto en una de
las grandes obras de la economía moderna, Why Nations Fail. Los autores distinguen entre dos tipos de instituciones:
inclusivas y extractivas. Las primeras son aquellas que promueven la
participación de los distintos actores de la sociedad, fomentan la innovación y
fungen como igualadoras sociales. Las segundas, por el contrario, son aquellas
que limitan los espacios, concentran el poder, y sirven a unos cuantos. En Why Nations Fail, México es mencionado en diversas
ocasiones como el ejemplo de un país con instituciones débiles, que han sido un
obstáculo para el desarrollo su sociedad. Es evidente que, sin instituciones
inclusivas que fomenten la rendición de cuentas o el combate a la corrupción,
atraer nuevas empresas extranjeras o posicionarnos como mercado confiable es
complicado. De cara al futuro, México debería fortalecer su
institucionalidad, lo que requiere un compromiso de las fuerzas políticas y la
sociedad civil, para garantizar reglas del juego que sean claras para todas y
todos. Consolidar la autonomía de instituciones como el INE, la SCJN y el INAI
sería un escenario positivo que aumentaría la confianza del sector privado. Si desde el extranjero se percibe falta de imparcialidad
institucional, terminaría por contaminar la revisión del T-MEC, y desincentivar
nuevos acuerdos comerciales y económicos. La mejor carta de presentación de un
país hacia el mundo es la estabilidad interna, su certeza jurídica y su
predictibilidad en la formulación de políticas públicas. Si la actual presión institucional continúa, México
enfrentaría un retroceso significativo. La concentración del poder en pocas
manos, como señalan los laureados, frena la generación de riqueza, y la
concentra en unas pocas manos. Un país de estructuras endebles es terreno
fértil para la corrupción, la violencia y la pobreza.
Este Nobel llegó en un momento clave para México, en el que
la lección principal es evidente: nuestra calidad institucional determinará el
futuro económico del país. No podemos darnos el lujo de debilitar las
estructuras que han sido esenciales para la estabilidad y el crecimiento en las
últimas décadas. Si como sociedad no atendemos este llamado de atención, el
costo será alto, no solo en términos económicos, sino en la salud de nuestra
joven democracia y en el bienestar de quienes la conformamos.