QUOD SCRIPSI, SCRIPSI
HORACIO ARCHUNDIA
Pintarrajear no es embellecer
Lunes 21 de Octubre de 2024 10:22 am
Con el cambio de gobierno municipal, hemos visto a la
presidenta municipal, Rosy Bayardo, darle vida al centro de la ciudad, que pese
a la pavimentación de las calles, estaba en el abandono, lleno de basura,
apestoso a orines, con jardines descuidados, y una cantidad de “murales” que no
representan a Manzanillo y que, por la poca calidad de los materiales
utilizados para pintarlos, se han deteriorado notablemente. Nos viene así a la memoria la idea de transformación del
centro histórico de Manzanillo presentado en el año 2019, y que consistía en
embellecer la ciudad pintándola toda de blanco y adornándola con vegetación
colorida y otros detalles. Ese proyecto se propuso para todos los sectores de la
ciudad, pero la exalcaldesa Griselda Martínez eligió el de los barrios feos de
algunas ciudades colombianas, que eran su “prototipo” urbano. Los colores
“estridentes”, chillantes, nacos, corrientes y feos que se usaron en las
fachadas de nuestro Manzanillo no son parte de nuestras costumbres. Es de
desearse que el ayuntamiento actual retome nuestra imagen de ciudad sobria y
bonita. El “argumento” de entonces fue que, al pintarse de blanco, las fachadas
serían “copiar las ciudades europeas”, como si reproducir lo bueno fuera malo. En cambio, “ennaquecieron” la ciudad con sus murales y
fachadas de colores de mal gusto que tampoco representan a ninguna ciudad
mexicana. La idea de Asipona Manzanillo consistía en pintar todas las
casas y edificios de blanco, colocarles tejaditos y aleros de barro, y sembrar
bugambilias de un color por cada sector, exceptuando las blancas. Como el gasto
iba a hacerlo Asipona, se trataba solo de convencer a los dueños de las fincas,
pero la entonces alcaldesa decidió al final los colores que ahora “afean”
Manzanillo. Bien valdría la pena reconstituir un patronato de rescate
del centro histórico y que le plantearan al ayuntamiento ideas tendientes a
hacer más atractiva la ciudad. Por lo pronto, vemos a la presidenta dispuesta a
mejorar el aspecto de Manzanillo. Ya comenzó, con Servicios Públicos, a
reacomodar y dar orden a una ciudad a la que tienen que desterrarle la mugre y
el cochinero en que la convirtieron. Necesitamos una ciudad que ofrezca una buena cara al turismo,
y justamente en el arribo del primer crucero de la temporada, este sábado,
vimos una mejor atención y mayor seguridad para los turistas. Por ejemplo, en
el Iguanario observamos elementos policíacos mientras los turistas visitaban el
lugar, igual que en los alrededores del muelle y en los comercios de las calles
más céntricas. Se nota el cambio, aunque a los que por fin se fueron, les pese.
Por hoy, buen día.