VALIJA DIPLOMÁTICA
CHRISTIAN GALINDO
Carrera presidencial
Jueves 31 de Octubre de 2024 8:37 am
Las elecciones en EUA serán el próximo 4 de noviembre,
aunque millones de ciudadanos ya ejercieron su voto a través de correo postal;
sería muy interesante saber anticipadamente cómo han votado estos ciudadanos. Nuestro vecino del norte atraviesa uno de sus claroscuros
más trascendentes: la ralentización de la economía, la lucha de poder global
decreciente, la inmigración desordenada y la devaluación del dólar frente a
otras fuerzas económicas, eclipsan la percepción del país fuerte y rígido que
en su momento fue. Los estadounidenses saben que tienen, por un lado, a un
expresidente incendiario que dio resultados en sectores como el económico y el
comercial, y que en materia internacional tuvo aciertos relevantes, si tomamos
en cuenta las guerras en activo en Medio Oriente y en el noreste de Europa que
comenzaron en la administración de Biden. Hay una crítica estructural al gobierno de Biden que
subyace en la falta de energía para gobernar, que se asemeja más a la
administración de una empresa y no a la defensa de una nación que busca
prevalecer como la número uno en todo. El ciudadano promedio se enamora del discurso nacionalista,
de escuchar que se conquistan los primeros sitios, de seguir repuntando en la
cima, de no claudicar y, sobre todo, de advertir que su país podría seguir
cayendo desproporcionadamente hasta tocar el suelo del tercermundismo. Imaginarse caer a esos extremos, hace que el electorado
efectúe sus preferencias por el candidato que promueve seguir luchando
comercialmente contra China y continuar criminalizando al inmigrante ilegal,
entre otras propuestas que hacen eco al slogan de campaña “Make America first
again”. En contraparte, Kamala Harris no ha sido suficientemente
contundente para desprenderse de la percepción de monotonía que tiene el actual
Gobierno. A escasos días de la elección, la balanza se está desplazando hacia
un sitio. Aparentemente, no es el de los demócratas. Aunque todavía es posible que EUA haga historia con Kamala
Harris como la primera mujer presidenta en la casa oval, hay una tendencia casi
irreversible que apunta hacia un triunfo de Trump. Lo podemos ver en los juegos de apuestas; en la firme
decisión de los periódicos como The Washington Post y Los Ángeles Times de no
endosarse a la candidata del partido en el poder; o la liberación sorpresiva
del trumpista Steve Bannon, en la inclinación discreta de los empresarios
multimillonarios.
En esta elección, podremos atestiguar si fue previsible o
no la intencionalidad del voto del ciudadano estadounidense.