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100 pesos para entender al gobierno



DAVID VILLARREAL ADALID


Viernes 01 de Noviembre de 2024 9:12 am


En México, el debate público se inunda constantemente de cifras y tecnicismos; cuando se habla de miles de millones de pesos, déficits, superávits, deuda, etcétera, los no especialistas pierden la dimensión o hasta se agobian. Sin embargo, vivimos en una república, y creo ciegamente en nuestra responsabilidad como habitantes de estar informados para exigir, con argumentos, la rendición de cuentas de nuestras instituciones públicas.

Un gobierno es como un hogar, tiene que generar ingresos para poder llevar a cabo los gastos que le permiten subsistir. Al igual que las familias, si los ingresos superan a los gastos, ahorra; si no, se endeuda. Para verlo en términos prácticos, dedicaré esta columna a un análisis simple sobre los gastos e ingresos presupuestarios del Gobierno Federal como si fueran solo 100 pesos mexicanos (con información de 2023).

Empezando por los ingresos, el Gobierno federal tiene tres fuentes fundamentales: impuestos, ingresos por la venta de petróleo (Pemex) y la deuda que adquiere. De cada 100 pesos de ingresos, 55 provienen de los impuestos, 12 de la venta de petróleo, otros 12 del IMSS, ISSSTE y CFE, 8 de diversos conceptos, y los 13 restantes corresponden a la deuda.

Por tanto, depende en buena medida de los impuestos que recauda de las empresas y las familias, distribuidos principalmente en tres: ISR, IVA e IEPS. Los ingresos petroleros están en función de los precios internacionales del petróleo: si suben, estos ingresos también lo harán, y viceversa. El IMSS e ISSSTE recaudan las cuotas obrero-patronales, mientras que la CFE obtiene ingresos de sus actividades como empresa productiva. La diferencia de estos conceptos y los gastos es la deuda.

Ahora bien, al hablar de gastos, de los 100 pesos que se ingresaron y ahora tienen que gastarse, el Gobierno federal utiliza este dinero para realizar sus proyectos, transferir dinero a sus gobernados, y cumplir con sus obligaciones financieras. De cada 100 pesos, tiene que enviar 14 pesos a todos los gobiernos estatales y paga otros 13 pesos de intereses por la deuda que adquiere cada año.

Los 73 pesos restantes se distribuyen de la siguiente manera: para vivienda de los ciudadanos son 3 pesos; para salud, 9 pesos; educación, 10 pesos; en protección social (pensiones, becas, subsidios, etc.) se destinan casi 20 pesos; y se invierte en infraestructura física (como refinerías y aeropuertos) cerca de 14 pesos. Para “existir”, el Gobierno requiere de 5 pesos, con lo que paga sueldos, papelería, rentas de oficinas, etcétera. Los 12 pesos restantes se distribuyen en diferentes conceptos variados, como protección ambiental, cultura, turismo, el pago de primas financieras, etcétera.

Este flujo anual de 100 pesos no considera la deuda acumulada. Si cada año se adquiere una deuda de 12 pesos, con el tiempo esta se acumula, de modo que la deuda histórica del gobierno federal ya equivale a 200 pesos sobre los 100 de ingresos anuales. Ni siquiera amortizando el total anual, el Gobierno podría cubrir la deuda acumulada.

Desde esta perspectiva, los cien pesos facilitan la comprensión de las prioridades del gasto de Gobierno y sus fuentes de ingreso. Si se le observa como a un hogar, con ingresos y gastos, se sensibiliza sobre la importancia de la contabilidad gubernamental para ejercer el presupuesto con responsabilidad y transparencia en beneficio de todos y todas quienes contribuimos a su existencia.