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Alea jacta est



LOURDES CARRILLO BERNAL


Viernes 01 de Noviembre de 2024 9:13 am


En sólo 5 días se conocerá a quien conducirá el destino de la mayor potencia económica del mundo, la más beligerante y la más desigual gracias a la xenofobia y racismo, ejemplo de una nación fundada por inmigrantes que hoy los odia.

Como Roma en su tiempo de fulgor, vimos a un Estadio con miles y miles de frenéticos estadounidenses respaldando los discursos de odio, de infamias y ofensas aclamados con ovaciones. Donald Trump prometió cerrar las fronteras desde su primer día de mandato, así como la venta de autos y productos chinos, y en lo necesario, altos aranceles; con ofensas a sus contrincantes femeninas, como Hillary Clinton y ahora Kamala Harris. Y aun así, lo aclaman miles de mujeres e inmigrantes. ¡Que alguien me explique, por favor!

HiperNormalisation (2016), un documental de culto del cineasta británico Adam Curtis, sostiene que los gobiernos, los financieros y los utópicos tecnológicos han renunciado al intento de modelar el complejo “mundo real”, y en su lugar, han establecido “un mundo falso”. Por ese camino se normaliza el crimen y se genera apatía colectiva frente a situaciones de violencia extrema: golpes de Estado, feminicidios, desapariciones forzosas y pérdidas de garantías sociales.

Curtis, documentalista de la BBC, expone que la sociedad padece de ese extraño desencanto en un mundo sin horizontes, puro páramo, pero la mayoría actúa como si no lo supiera por temor a romper las estructuras que juzga inalterables. Hoy, encontramos las redes sociales, el individualismo y la soledad en la que los ciudadanos parecen haber abandonado la vida real (la política en su sentido más amplio), como si el mundo pudiera ser gestionado desde sus pantallas. Cuando la mayoría no encuentra alternativa y no queda tiempo, se opta por creerse las mentiras y seguir cuesta abajo. Es la era de la hipernormalización.

“Alea jacta est”, la suerte está echada, decían los romanos. Demócratas o republicanos, ambos han sido muy duros con la migración indocumentada; pero la esperanza de una mano más suave, como la de Kamala Harris, tendría que sacar adelante en el Congreso la propuesta legislativa de reforma migratoria y refugio que ya tienen elaborada.

El “faro democrático del mundo” está por apagarse. Nadie confía en la civilidad de Trump, cuando desde ahora desestima las leyes electorales y sus organismos. Ya intentó tomar el Congreso en los comicios pasados y sigue impune. Delito que no se castiga, se repite, dicen.

 

*Expresidenta de la acpe