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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

Rosario Piedra, otra vez no


Viernes 08 de Noviembre de 2024 8:34 am


En los próximos días tendrá que decidir el Senado el nombramiento de la próxima presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. En la terna, están Nashieli Ramírez, la actual presidenta de tal comisión de CDMX, altamente calificada para ocupar esa posición; Paulina Hernández, jurista jalisciense con experiencia en Derechos Humanos, y la actual titular, Rosario Piedra Ibarra.

Es una absoluta insensatez que Piedra vuelva a ser presidenta de la CNDH. El suyo ha sido el peor desempeño histórico al frente. Fue una insensatez desde que fue elegida para esa posición en 2019. Fue una imposición del entonces presidente, cuando Piedra no estaba siquiera contemplada para ese puesto, y la única razón fue que era la hija de Rosario Ibarra.

La votación en el Senado en la que fue elegida estuvo claramente viciada. Nunca hubo 114 votos en su favor como se quiso hacer creer, y no tenía por ende mayoría calificada. Fue un burdo fraude. El propio Ricardo Monreal tuvo que aceptar que hubo 116 votos en aquella sesión y se sacaron de la manga que los votos nulos no contaban, como si esos legisladores no fueran parte del quórum.

Como el procedimiento fue ilegítimo, Monreal anunció que habría una reposición de la votación, lo que su propia bancada rechazó, con apoyo de senadores del PVEM y del PRI (sí, el de Alito Moreno). Y en medio de golpes, jalones e insultos, Piedra se convirtió en presidenta de la CNDH.

Piedra no sólo no podía ser presidenta porque no obtuvo los votos necesarios, también estaba legalmente impedida: era militante de Morena y semanas antes había sido designada miembro del Consejo Nacional de ese partido. Su área de experiencia profesional es la psicología. Tan poco conocimiento tiene del tema, que se mostró sorprendida cuando se le preguntó sobre el asesinato de periodistas y respondió con un “¿hubo periodistas asesinados?“. Eso sí, insistió en que hasta diciembre de 2018 no existió libertad de expresión en el país.

En este proceso, Rosario Piedra Ibarra fue la peor calificada de todos los aspirantes que se registraron, y su desempeño en estos 4 años ha sido un desastre. Pero el presidente de la comisión, el diputado prófugo de la justicia, Javier Corral, reconoció que había sido incorporada “por razones políticas”, no por su calificación o desempeño. Lo mismo manifestaron con otras o peores palabras otros senadores del ala dura de Morena.

La paradoja es que, sobre todo Nashieli Ramírez y en menor medida, Paulina Hernández, tienen mejores credenciales que Rosario Piedra, y en el caso de Nashieli, sin ser militante de Morena ni una incondicional de Claudia Sheinbaum (como lo es Rosario de Obrador), ha hecho un muy buen papel en la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, reconocido por propios y extraños.

Que Rosario haya decidido tratar de volver a participar cuando sabía que no tenía los votos, y que haya sido incorporada a la terna finalista teniendo las peores calificaciones de la comisión valuadora, es un mensaje que viene desde Palenque.

Lo cierto es que Piedra no tiene los votos de los senadores, ni siquiera de todos los de Morena, mucho menos la mayoría calificada, y como la votación será la próxima semana, con sobre cerrado, veremos qué corrientes se imponen entre Morena y sus aliados. No se puede volver a sacrificar a una de las instituciones más legítimas que tiene el Estado mexicano como la CNDH.