Periodismo, vigilante incansable
LUNES POLÍTICO
Lunes 11 de Noviembre de 2024 8:44 am
Recabar
información fidedigna, jerarquizarla y difundirla de la manera más ecuánime
posible, aunque es la principal función del periodismo dentro de la sociedad,
no es la única, pues el rol que juega supera esta encomienda principal. El 8 de
noviembre, Diario de Colima celebró el 71° aniversario de un trabajo continuo
de la mano de la población, sector prioritario de un medio que busca servir a
la misma, informando sobre temas relevantes a nivel local, nacional e
internacional. El periódico
es una de las principales fuentes de información en todo el mundo, pues
mantiene al tanto a las personas de lo que sucede alrededor, a diferentes
escalas, fortaleciendo su conocimiento sobre el lugar que habita y al que
pertenece. En este sentido, la calidad en tal labor es imperante. La principal
comisión del periodismo es, como se mencionó al inicio, investigar a fondo,
verificar la información en diversas fuentes y presentarla a la población de
forma clara y precisa, evitando polarizar, manipular o sesgar dicha información,
factor ineludible para permitir que sus lectores formen su propia opinión y se
vuelvan parte activa de la vida pública de un estado o país. Esto, a su
vez, forma individuos más críticos y conscientes; si el periodismo cumple su
responsabilidad de analizar, profundizar y esquematizar los datos y temas que
aborda, evita que las personas sean susceptibles a la propaganda e incluso a
las fake news. Al hablar
del periodismo, pues, se habla de un vigilante incansable que cuida de temas
como el ejercicio de los Poderes de la Unión, el respeto a los Derechos
Humanos, el registro de hechos, tendencias, problemáticas sociales, la
transparencia de procesos que competen a los habitantes de una región, la
visibilidad de denuncias ciudadanas, entre muchos otros. Ante la
globalización actual, y en el entendido de que cualquier persona en cualquier
lugar puede esparcir información (confiable o no) con un clic, la función del
periodismo es pertinente. Para algunos, pareciera que ha perdido vigencia, pero
realmente, ante la proliferación de desinformación, fake news, censura y
presión de distintos sectores, como el económico y el político, el periodismo
es el único antídoto para distinguir el trigo de la cizaña. Morir en Colima En Colima,
se registraron casi 6 mil fallecimientos el año pasado. De ese total, murieron
por causas externas (homicidios y accidentes) mil 297 personas, lo que coloca a
la entidad en el primer lugar de la tasa nacional de asesinatos y la segunda
por siniestros de otro tipo, sobre todo automovilísticos. Tales datos
se desprenden de la Estadística de Defunciones Registradas (EDR) 2023, en su
versión definitiva, misma que elabora el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi), con datos que proporcionan las oficinas del Registro Civil
en los estados. Dicho
monitoreo abunda que en Colima, las primeras cinco causas de muerte en el
estado son las enfermedades del corazón; las agresiones (homicidios); la
diabetes mellitus; los tumores malignos y los accidentes. Destaca que en los
hombres, la principal causa de fallecimientos son los asesinatos. Refiere que
Colima tiene la tercera tasa más alta de defunciones en todo el país, con un
total de 783 decesos por cada 100 mil habitantes. Esa cifra solamente es
superada por la que registran la Ciudad de México y Morelos, las dos primeras
entidades en la lista. Las
estadísticas deberán servir a las autoridades e instituciones para realizar un
diagnóstico serio y tomar las medidas pertinentes, pues hay conclusiones
preocupantes, como el hecho de que la violencia es ya uno de los principales
factores de riesgo para la vida de los colimenses, por cierto la mayor para el
sector masculino. De acuerdo
con el Inegi, el año pasado fueron asesinados casi 800 hombres en Colima, lo
que hace más probable que un habitante en la entidad muera por un ataque armado
que por un infarto, diabetes, un tumor de cualquier tipo u otras enfermedades
comunes. Tal
circunstancia es inadmisible, pues se trata de muertes completamente
prevenibles, mismas que no hubieran ocurrido si se garantizara la integridad de
los colimenses. Con una
estrategia de seguridad eficiente, los decesos por causas externas,
específicamente los homicidios, se reducirían significativamente, con lo que la
segunda causa de muerte en la entidad dejaría de considerarse un problema
relevante. Por otro
lado, será necesario que las instituciones de salud en Colima diseñen
estrategias para informar, prevenir y generar conciencia acerca de los
padecimientos del corazón, pues si bien hay casos congénitos, la mayoría son
provocados por los malos hábitos de vida. Eso último
sucede también con la diabetes, una enfermedad que podría mantenerse en cifras
razonables de incidencia, con un mayor esfuerzo en las campañas de prevención y
la mejora en la atención médica por parte de las dependencias del ramo. Las acciones
contundentes de los tres niveles de Gobierno ayudarán a moderar la tasa de
fallecimientos en la entidad, pues resulta bastante elevada para un estado con
tan poca población. Además, no es natural que en Colima sea más factible morir
asesinado que por cualquier otra razón. Incentivar a la lectura El Día
Nacional del Libro en México se conmemora mañana, 12 de noviembre, en homenaje
a la décima musa, Sor Juana Inés de la Cruz, una de las figuras más destacadas
de la literatura mexicana e hispanoamericana. Ese día generalmente se suelen
llevar a cabo eventos literarios como presentaciones de libros, oferta de
talleres y concursos, homenajes a escritores mexicanos y, sobre todo, campañas
para fomentar la lectura en todas las edades, especialmente entre los jóvenes. El Inegi, de
manera anual, lleva a cabo el Módulo sobre Lectura (Molec), para generar
información estadística sobre el comportamiento lector de mayores de edad y
proporcionar elementos para fomentar el hábito de la lectura. Este año,
entre los resultados del Molec llamó la atención que 69.6 por ciento de la
población alfabeta mayor de edad declaró haber leído libros, revistas,
periódicos, historietas, páginas de internet, foros o blogs; 0.9 por ciento más
que el año pasado, lo que resulta benéfico, pero no lo suficiente, si se toma
en cuenta que desde 2015, año en el que se comenzó a hacer el estudio, el
porcentaje era 84.2, y año con año, fue en decremento, a excepción de 2021 y
2020, donde la población lectora aumentó 0.2 por ciento, siendo 2024 el año con
aumento más notable. De todos los
materiales que se consideraron en el estudio, los libros y las páginas de
internet son los más leídos por este sector de la población. Es
importante, en el marco de esta celebración, recordar que la lectura es una de
las herramientas más poderosas para crecer como individuos y como sociedad. La
diversidad de perspectivas que se encuentra en la lectura permite desarrollar
la capacidad de concentración y pensamiento crítico. Una
población lectora es una población informada y participativa. La lectura será
proporcional a la consciencia de los problemas sociales que aquejan a nuestro
estado y país. Esta fecha
es propicia para reflexionar sobre las áreas de oportunidad de las estrategias
que se llevan a cabo actualmente para fomentar el hábito de la lectura. Solo
mejorando este rubro se podrá lograr un desarrollo multidireccional de la
ciudadanía: en conocimiento, cultura y participación ciudadana activa, por
ejemplo. Invertir más tiempo y recursos en el fomento, a largo plazo se
traducirá en mexicanos más preparados y productivos. ¿Relaciones cordiales? EL regreso
de Donald Trump a la Presidencia de EUA traería consigo políticas que podrían
obstaculizar la estabilidad económica de México, con efectos en las
exportaciones, la seguridad, y el marco regulatorio bajo el T-MEC. Estos
posibles cambios subrayan la necesidad de que México adopte medidas preventivas
y refuerce sus relaciones comerciales y políticas a nivel internacional para
mitigar el impacto de una administración estadounidense adversa. El
republicano ha propuesto la imposición de aranceles, lo cual frenaría el
crecimiento de las exportaciones mexicanas hacia EUA. La víspera de las
elecciones, en un mitin en Carolina del Norte, Trump amenazó a México con
imponer aranceles de 25 por ciento si no frena la entrada de migrantes en la
frontera, que calificó de “embestida” de “criminales y drogas”. Esto
afectaría al sector del nearshoring, estrategia clave para la economía mexicana
que aprovecha la cercanía con el mercado estadounidense para atraer inversiones
y establecer cadenas de suministro regionales. El 23 de julio, el CEO de Tesla,
Elon Musk, anunció que la inversión de la compañía en México se paralizaría
hasta después de las elecciones en EUA. “Trump ha dicho que pondrá aranceles a
los vehículos producidos en México. Así que no tiene sentido invertir mucho en
México si eso va pasar”, declaró. Por su
parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el día de las elecciones
respondió que “va a haber buena relación” ante el “esfuerzo que ha hecho México
para disminuir la migración o la presencia de migrantes en la frontera”. El viernes
pasado, durante la conferencia matutina, la mandataria federal dio detalles de
su primera llamada con Donald Trump tras su victoria y describió la conversación
como “muy cordial”. Durante la charla, el republicano mencionó “el tema de la
frontera”, a lo que Sheinbaum respondió que ya habría tiempo para discutirlo
más adelante. Sin embargo,
una de las prioridades de Trump sería intensificar las deportaciones, lo cual
podría reducir significativamente las remesas que llegan a México, afectando
directamente a miles de familias mexicanas que dependen de este ingreso, lo que
podría incrementar la inseguridad en México, al aumentar la presión sobre los
servicios sociales y económicos. En 2026,
está prevista la primera revisión del T-MEC. La administración estadounidense
podría utilizar esta revisión como una herramienta de presión para impulsar sus
políticas proteccionistas y limitar las ventajas competitivas de México en la
región.
La relación
entre México y EUA entra en una fase delicada. La postura de Sheinbaum, si bien
diplomática, podría ser insuficiente ante la política de “América primero” que
Trump ha resucitado. El país necesitará más que buenos deseos para enfrentar
los desafíos que se avecinan; requerirá de una estrategia firme que busque
proteger los intereses de México, sin ceder ante las presiones. Las decisiones
que se tomen en los próximos meses definirán no solo la relación entre ambos
países, sino el futuro económico y social de México.