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Diabetes



PATRICIA GONZÁLEZ GÓMEZ


Miércoles 13 de Noviembre de 2024 8:06 am


Soy Paty González, psicóloga y mujer con diabetes desde hace poco más de 30 años. Me diagnosticaron a los 10 años, y yo no entendía lo que significaría en mi vida. ¿Saben? La diabetes ha sido mi compañera de vida y de alguna manera también ha marcado camino.

Mi hermano mayor, quien fue diagnosticado 3 años después que yo, también vivía con esta condición de vida, una agridulce enfermedad. Derivado de una negación y depresión, puedo decir que hoy ya no está con nosotros.

No hablo de las consecuencias, hablo de nuestro estado de ánimo y nuestra aceptación y resiliencia.

Recuerdo que, de niña, pensaba que lo peor que podría pasarme sería ver a mis padres separados o divorciados, y pensaba, como niña, que mi protección sería meterme abajo de una mesa y no salir hasta que se arreglaran.

Años después, pasó: mis padres repentinamente se separaron y fue un golpe muy duro para todos, para mis tres hermanos y para mí. Hoy puedo decir que el descuido de mi hermano comenzó desde aquí, buscando la atención de mis padres, sin pensar en lo que eso significaría.

No saben cómo me hubiera gustado que alguien a nuestra corta edad nos guiara sobre el impacto de las emociones en la enfermedad.

¿Alguna vez han comido por ansiedad? ¿Alguna vez han tenido el antojo de un pan dulce con café por tristeza o frío? ¿Alguna vez han comido por estar aburridos? Justo de aquí partimos para hablar del impacto que traen las emociones a nuestra vida y a nuestra alimentación.

Otro punto clave es la aceptación de la enfermedad y las alternativas con las que contamos; sí, la enfermedad me ha vuelto experta en opciones saludables.

Soy psicóloga de profesión, y me gustaría ayudar a muchos pacientes con diabetes compartiendo mi experiencia y, por supuesto, la historia de mi maestro de vida, mi hermano, quien fue mi espejito y me hizo conocer de cerca cada una de las consecuencias que la enfermedad puede traer: daño renal, infartos y discapacidad visual. Finalmente, no podía mantenerse en pie y estaba en silla de ruedas porque sus piernitas ya no aguantaban estar de pie.

Ojalá alguien más hubiera sido mi maestro. Cuidemos la diabetes. Cuidemos la alimentación. Cuidemos nuestras emociones. Podemos vivir con la diabetes, no para la diabetes. Lo único que no producimos es insulina.

La discapacidad se puede prevenir; que no te atraviese para volverse visible en tu vida. Conmemoremos el Día Mundial de la Diabetes el próximo 14 de noviembre y cada uno de nuestros días, cuidando de manera integral nuestra salud.

 

*Creadora y directora de Sin Condición