Un mal tratamiento
EDITORIAL
Miércoles 13 de Noviembre de 2024 8:08 am
Ante el señalamiento de Isamar Ramírez, titular de la
Comisión de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado de Manzanillo, sobre el
lamentable estado en que se encuentra la Planta de Tratamiento de Aguas
Residuales (PTAR) en Salagua, dos factores saltan a la vista. El primero es, por supuesto, el punto al que tuvo que
llegar el nivel de negligencia y dejadez en materia de sustento de la
infraestructura. En el caso de la PTAR, inaugurada apenas hace 5 años, este
descuido no solo genera repercusiones para el medio ambiente, también para la
salud pública. Para los manzanillenses, que la planta se encuentre
inoperable, se produce una contaminación severa y un foco de infección. Ramírez
afirmó que se tomaron las medidas pertinentes a la brevedad, en la medida de lo
posible, por supuesto. Lamentablemente, la rehabilitación y operatividad de esa
y el resto de la infraestructura hidráulica del municipio requerirá de un
proceso largo y riguroso. El segundo factor se relaciona a las graves consecuencias
financieras del abandono, por su impacto en las actividades económicas y por la
cantidad de recursos que en su momento se inyectó a la optimización de la
planta, ya que su remodelación representó un costo de 62 millones de pesos. Por
si eso no fuera poco, también se suma a este rubro la inversión que se deberá
hacer de nueva cuenta para restituir el buen estado y funcionamiento de la
misma. Este caso fue debidamente reportado a la Fiscalía
Especializada en el Combate a la Corrupción, y las autoridades municipales
confían en que se dé seguimiento, pues el destino de las finanzas con las que
se debió mantener en buenas condiciones la infraestructura es aún un misterio.
Extraña que la administración saliente, en su constante
prédica, osadamente se autoproclamaba transparente y austera, porque los
rastros que dejó muestran lo contrario.