VALIJA DIPLOMÁTICA
CHRISTIAN GALINDO
Entorno Global
Jueves 14 de Noviembre de 2024 8:38 am
Los tiempos de feria siempre me recuerdan dos cosas que
para mí son imprescindibles: el jugo de caña con limón y chile que venden a
escasos metros de la entrada principal, y también el noble rememoramiento de
que el año en turno está terminando. El año 2025 no pinta nada bien, por lo menos en la
percepción global, debido a los entornos advenedizos que hoy están activos. La
reelección de Trump llevará al mundo a un golpe de timón forzoso. Así como México se prepara para la embestida trumpista y
desempolva sus mejores cartas para negociar el tratado de libre comercio, los
temas migratorios y los asuntos relacionados al narcotráfico, las grandes
potencias también hacen lo propio. China, por ejemplo, en el pasado periodo del republicano
fue duramente afectada con la imposición de aranceles y actualmente sufre el
bloqueo de empresas importantes de todos los sectores para hacer negocios en
EUA. La agonizante Unión Europea hace lo posible para aterrizar
sobre el fango que tiene de frente y defenderse de la amenaza latente de Rusia,
entre otras preocupaciones, que no son otra cosa que problemáticas que hacen
ver a una UE deslavada y carente de energía frente a las realidades actuales de
los países que la conforman. Latinoamérica está padeciendo sus talones de Aquiles, y ni
con todo el dinero invertido en la región por parte de los organismos
internacionales que la han subsidiado, ha podido disminuir índices de
violencia, crimen y pobreza que tanto la aquejan. Sin embargo, a los estadounidenses nunca les ha gustado que
el resto de potencias estrechen lazos con los países latinos, incluso con
Brasil y Trump habrá de tener claro que cada descortesía con la región será
aprovechada en sobremanera por China, India y, en menor medida, Rusia. El año que termina deja un mundo congestionado y con muchos
temas sin resolver. Nunca había sido tan difícil gestionar la vida pública y
privada de países desarrollados como lo era antes.
Los cambios de paradigmas previstos para 2030, en donde el
mundo sería otro, van a hacerse presentes en la era Trump, siendo posible que
las variables en las que se invirtieron millones de dólares, miles de horas de
planificación y foros internacionales, quizás hayan servido en poco, porque los
objetivos del milenio de aquel entonces de la agenda 2015 no se han cumplido, y
la agenda 2030 pocos países, ni siquiera los primermundistas, la están tomando
en serio.