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APUNTES



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

Sacudida revolucionaria


Viernes 15 de Noviembre de 2024 8:49 am


“UNA tiranía nos oprime de tal manera, que se ha hecho intolerable. Nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza, porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la patria, sino de un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos las concesiones y contratos lucrativos”.

Si usted cree que este pronunciamiento es parte de una arenga contra el Gobierno de México, acertó, pero, aunque hay coincidencias con el actual, la cita es parte del Plan de San Luis Potosí, publicado el 5 de octubre de 1910 por Francisco Madero, en el cual, además de desconocer al Gobierno de Porfirio Díaz, hizo un llamado al pueblo para que el 20 de noviembre tomara las armas y arrojara del poder al Gobierno porfirista.

Hoy, como ayer, millones de mexicanos sentimos un gran descontento contra los detentadores del poder público, por los actos de prepotencia, deshonestidad, irresponsabilidad, complicidad con los maleantes y abuso de autoridad que los cuatreros cometen impune y cínicamente. Ante esto, ¿será tiempo de tomar las armas? Sí, pero no las que empuñaron los revolucionarios de 1910, sino la que tenemos virtud del avance democrático, como el sufragio efectivo que Claudia Sheinbaum, continuadora de la putrefacción política iniciada por López Obrador, pretende destruir a toda costa. La respuesta está en nosotros y no debe ser pasiva.

A propósito de que el próximo miércoles se cumplen 114 años del inicio de la Revolución Mexicana, reproduzco un fragmento del texto titulado La sacudida revolucionaria, que tomé de la Monografía Estatal de Colima, editada por la Secretaría de Educación Pública en 1981.

“Durante el Gobierno de Porfirio Díaz, la Constitución liberal de 1857 quedó sólo en el papel, ya que la mano dura porfiriana suprimió toda libertad y democracia, dando lugar al caciquismo, al militarismo y a la represión política. El reelecionismo se adueñó de Colima, donde la palabra política era sinónimo de delito… Muchos colimenses se encontraron el 28 de diciembre de 1909 con Francisco I. Madero subido en una mesa en plena vía pública de la ciudad de Colima. Lo rodeaba una regular concurrencia que le escuchaba criticar la última reelección de Porfirio Díaz, observaban a muchos ‘catrines’ y gente como ellos acercarse a Madero y a la caballería enviada por el prefecto político para vigilar el acto. Entre la atención y la emoción, los colimenses empezaron a gritar: ¡Viva Madero!”.

 

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