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INDICADOR POLÍTICO



CARLOS RAMÍREZ

Segundo piso sobre bases del primero


Viernes 15 de Noviembre de 2024 8:51 am


COMO no se trata de una competencia formal, sino de definir la estructura y los arquitectos del primero y el segundo piso de la 4T, la victoria pírrica de Obrador para quedarse con una desprestigiada e inútil CNDH debe tener una lectura estratégica con el mensaje de fondo y más integral de la gran victoria de la presidenta Sheinbaum para cambiar, sin decirlo, la estrategia de seguridad nacional y centralizarla en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que dirige García Harfuch.

Como la estrategia del Gobierno anterior no necesitó para nada de la CNDH, la reelección de Piedra Ibarra le puso al organismo un lastre al cuello que la hundió en la inutilidad burocrática y de nada le servirá a Obrador haber ganado esa posición, porque por encima se encuentra la reforma al 21 constitucional que movió el eje dinamizador de la política de seguridad al territorio directo de la presidenta.

El imponer de manera tan ostentosa la reelección de Piedra Ibarra encontró ya en los espacios normalmente críticos del lopezobradorismo los elementos para comenzar a señalar que Obrador no está cumpliendo su palabra de permanecer al margen, y que fue demasiado evidente su intervencionismo para reelegir a la presidenta saliente de la CNDH.

En un espacio analítico más amplio, la parte más importante que planteó el cambio transcendental en la política de seguridad ocurrió en la reorganización del aparato de seguridad que superó inclusive el último gran avance de lograr la adscripción de la GN a la Sedena y que el mensaje muy claro de la nueva administración radicó en la definición civil de todo el aparato de seguridad pública-seguridad interior.

La reelecta presidenta de la CNDH fue incapaz de operar su propia sucesión y toda la parafernalia en la votación le dejó a su próxima gestión la piedra del desprestigio y la incapacidad atada al cuello de la comisión, con el agravante de que exhibió la sumisión de la Cámara Alta del Legislativo para imponer la designación de Piedra Ibarra como la candidata peor calificada.

Mientras Obrador se quedó con el cascarón de una comisión marcada por el desprestigio y de una funcionaria que no pudo ocultar la evaluación de su propia incapacidad, la presidenta Sheinbaum dejó muy claro el cambio en los enfoques estratégicos y operativos de su propia estrategia de seguridad pública, saliéndose de la herencia negativa del modelo de “abrazos, no balazos”.

Política para dummies: la política es, siguiendo a Gramsci, una guerra de posiciones.