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RAZONES



JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

CSP-Trump: carrera contra el tiempo


Viernes 15 de Noviembre de 2024 8:56 am


En una de las pocas reformas que no eran parte del llamado “Plan C”, ha avanzado en el Congreso la transformación de la Secretaría de Seguridad Federal. Al tiempo que se le otorgan nuevas atribuciones, se amplían dramáticamente sus capacidades de investigación e inteligencia, y queda Omar García Harfuch como el responsable de coordinar los esfuerzos nacionales.

Es una reforma positiva, necesaria, que le da a la secretaría las capacidades que nunca tuvo. La nueva reforma da un giro de 180 grados y establece los mecanismos de cooperación y operación necesarios para la secretaría y para Harfuch, en coordinación con la Defensa del general Trevilla, y con la Marina del almirante Morales, clave en mares y puertos de entrada al país.

Es un muy buen paso para avanzar en las tareas de seguridad, pero asumamos que implementar todos esos mecanismos institucionales llevará, siendo muy optimistas, varios meses. Mientras tanto, la administración Sheinbaum tiene que haber comprobado ya que no tiene tiempo, que las exigencias son inmediatas y que el contexto internacional la obliga a cambiar las ruedas del carro mientras el mismo está en movimiento y a toda velocidad.

No es una metáfora exagerada, es una realidad que la inseguridad impone y declaraciones como las de esta semana de Ken Salazar demuestran que, en la relación con EUA, las consecuencias de la política “abrazos, no balazos” han llegado al límite.

Lo que viene en la Unión Americana con la llegada de Trump a la Casa Blanca será, en comparación con cualquier cosa que hayamos visto en el pasado inmediato, complejísimo. Todos los nombramientos de Trump en las áreas de seguridad provienen de las alas más duras de su movimiento y todas y todos se han expresado en el pasado en términos muy duros respecto a la seguridad, la migración y la relación con México.

Lo cierto es que en este contexto se requieren objetivos muy específicos y muy concretos en seguridad. No sería mala idea que mientras ciertas áreas y funcionarios se encargan de implementar el diseño estratégico, otras en la SSC, en Defensa y Marina trabajen exclusivamente en objetivos prioritarios de muy corto plazo.

Muchas veces hemos dicho que existe una ventana de oportunidad hasta el 20 de enero y ésta no se ha cerrado, pero lo cierto es que los acontecimientos van a una marcha mucho más veloz que los tiempos institucionales y el equipo de Trump ya ha dicho que, en seguridad y migración, quieren comenzar a trabajar desde ya e incluso adoptar medidas de fondo el mismo 20 de enero.

En este sentido, hay versiones en la Unión Americana de que no será en enero cuando comiencen a tomarse medidas drásticas, sino en diciembre, dentro de 15 días, y que las declaraciones de Salazar, realizadas cuando acababa de desembarcar de un viaje urgente a Washington, son el preámbulo de esas acciones.

Hay prisa por actuar contra migración y narcotráfico en Washington y tiene que haberlo en Palacio Nacional, donde quedaron demasiado satisfechos y tranquilos con la llamada que mantuvo la presidenta Sheinbaum con Trump porque fue “cordial”, quizás sin comprender que en términos de política real el Gobierno Federal está recibiendo mensajes que de cordiales tienen poco y nada, pero que dejan también un espacio (revisemos la declaración de Salazar) para poder operar sobre ellos si hay rapidez y capacidad inmediata de reacción.