Reflexiones sobre libertad sexual
ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Martes 19 de Noviembre de 2024 8:35 am
SON delitos contra la libertad sexual aquellos que atentan
contra la integridad física, moral, psicológica, social y sexual de cualquier
ser humano, ya que tal agresión no distingue color, sexo, religión, edad,
aspecto físico, estado civil ni condición social. En la actualidad, la mayoría de los delitos sexuales están
contemplados dentro de los códigos penales de casi todos los estados, y por eso
se les tendría que otorgar la categoría de seguimiento de oficio; sin embargo,
interviene una serie de procedimientos y trabas burocráticas que tienen más
correspondencia con la corrupción imperante en las instancias de Gobierno
dedicadas a la procuración de justicia, muy patentes en nuestro estado. Antecedentes sobre violaciones. Antiguamente, en el Código
de Hammurabi, si un hombre violaba a una mujer virgen y comprometida, era
condenado a muerte. Pero si ésta era casada, los dos eran considerados
culpables, y los mataban ahogándolos. En preceptos bíblicos, solo existen
cambios de matiz, pues las diferencias no eran muy sustanciales, solo que al
violador había que casarlo con la víctima, obviamente, sin el consentimiento de
la misma. Por mucho tiempo se hacía, y continúa en muchas culturas,
la distinción entre la virginidad como símbolo de pureza y el estar casada como
símbolo de propiedad. Fue hasta finales del siglo XII, que en las leyes inglesas
introdujeron algunos cambios; entre ellos, el relativo al estado civil de las
víctimas, la supresión del hecho de casar a las víctimas con su agresor, así
como los primeros elementos para la tipificación de la violación como delito y
sus respectivos castigos. Un elemento importante fue que, desde entonces y hasta
nuestros días, el racismo y la lucha de clases imponen siempre la ley del más
fuerte contra el más débil, incluyendo el papel tan importante que ha jugado la
Iglesia, pues ha mantenido una preferencia evidente hacia quien le brinda una
sustentación real, como una de sus formas de mantenerse en el poder. Hasta hoy,
no ha habido cambios significativos al respecto. Para la mayoría de los delitos contra la libertad sexual,
las tipificaciones como tales son de reciente aprobación, pero aun las
anteriores no se cumplen debidamente. Las mujeres seguimos viviendo verdaderos
calvarios para acceder a una mínima justicia que siente un precedente en cuanto
a castigo y reparación del daño se refiere. Otros delitos, como la trata de personas o la pornografía
infantil, siguen un proceso de investigación que no concuerda con el acto
perpetrado en sí. De igual manera los feminicidios que, a la fecha, son el pan
nuestro de cada día, sin que se siga estrictamente el protocolo y la
consecución de los procedimientos como el mismo lo indica.
Actualmente, en la libertada sexual de las mujeres se
continúa imponiendo un código sociocultural y religioso de comportamiento
contrario a los hombres; ellos hasta toman la vida de las mujeres y no pasa
nada.