Anhelos y dignidad
AGUSTÍN BENÍTEZ OCHOA
Miércoles 20 de Noviembre de 2024 8:44 am
EN días pasados, se llevó a cabo la Cumbre del G20, evento
que reúne a las principales economías del mundo y donde destaca la
participación de EUA, Rusia, China, Francia, Alemania y la Unión Europea, como
ejemplo. A tal reunión y representando a México, asistió la presidenta, la
doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien participó activamente y de manera
importante en las dos primeras sesiones. En la primera de sus intervenciones, la doctora Sheinbaum
presentó una propuesta para que los miembros del G20 destinaran 1 por ciento
del gasto militar de los países con el propósito de crear un fondo “para llevar
a cabo el programa de reforestación más grande de la historia”. Lo anterior
implicaría “liberar unos 24 mil millones de dólares al año para apoyar a 6
millones de sembradores de árboles que reforestarían 15 millones de hectáreas,
algo así como 4 veces la superficie de Dinamarca; o toda la de Guatemala,
Belice y el Salvador juntos”. A pesar de ir contra la costumbre de recurrir a la
utilización de citas extensas en estos párrafos de opinión, en ocasiones
especiales parece no sólo válido sino necesario destacar puntualmente algunos
de los conceptos expresados. También mencionó la presidenta Sheinbaum en su propuesta
que “reduciríamos la migración, el hambre, si tan solo elevamos la palabra amor
por encima del odio, la generosidad de la persona humilde y desposeída, por
encima de la avaricia y el deseo de dominación” Es de gran importancia resaltar
estos conceptos, ya que reflejan un anhelo de justicia social en el ámbito
internacional. En una segunda intervención, la presidenta de México se
pronunció por una definitiva suspensión de actividades bélicas en todo el
mundo. Mencionó varios de los beneficios obtenidos en el país como contribución
al logro de un país más igualitario y demócrata, e hizo énfasis en la necesidad
de luchar “para construir paz que alcance al progreso sustentable con
justicia”. Se considera necesario y adecuado recomendar la lectura
íntegra de las participaciones de la presidenta a fin de poder analizar y
obtener conclusiones de su aportación en la Cumbre del G20, donde destaca el
enérgico rechazo a lo que llamó “guerras absurdas” en el mundo. La presidenta Sheinbaum se reunió con los líderes de China,
EUA, Francia y Canadá, entre otros, y pronto se conocerán en detalle los logros
de tales encuentros. En un aspecto menos formal, vale la pena comentar la
cordialidad y las atenciones con las que ha sido recibida la presidenta. Es
obvio el aprecio mostrado por Lula da Silva, el presidente anfitrión, así como
por otros dirigentes con los que se comparten tendencias ideológicas, pero ha
habido gestos originales, como el del presidente Macron, que han llamado la
atención. Para finalizar este tema, no puede pasarse por alto la
dignidad con la que la doctora Claudia Sheinbaum ha representado al país que
gobierna. Queda pendiente la urgente revisión de los nombramientos
del señor Trump de quienes lo acompañarán en su ya muy próximo segundo periodo
de mandato, de terror, hasta ahora; y la aparente irresponsabilidad del
presidente Biden en facilitar armas a Ucrania del tipo de las que ponen en
riesgo, sin exagerar, la paz mundial.
Ojalá sea pura imaginación, otra vez.