Futuro más allá del puerto
DAVID VILLARREAL ADALID
Viernes 29 de Noviembre de 2024 7:59 am
EL Puerto de Manzanillo está en camino a convertirse en uno
de los más grandes y modernos del mundo gracias a una inversión histórica y a
la colaboración entre el Gobierno y el sector empresarial. ¿Qué significa esta
ampliación para la región? ¿Cuál es el papel del empresariado colimense en este
marco? Te explico. La doctora Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dio el
banderazo inicial al proyecto de inversión por 78 mil millones de pesos, con el
que se pretende ampliar el Puerto de Manzanillo de 450 hectáreas a más de mil
800, y construir nuevas terminales, lo que aumentará su capacidad operativa: de
4.5 millones de TEUs que mueve en la actualidad, a 10 millones, y consolidarlo
como uno de los 20 puertos más importantes del mundo. Nuestro puerto no es solo una puerta al Pacífico, sino el
puente que conecta a México con más de 140 países. Entre los principales
productos intercambiados se encuentran materiales para el sector automotriz,
productos agrícolas y acero. Las y los empresarios de Colima enfrentan el reto de
aprovechar las oportunidades que brinda la expansión portuaria. Esto incluye la
diversificación de sus actividades, desarrollo de infraestructura, almacenes, y
la generación de servicios especializados para atender las necesidades del
comercio marítimo. La ampliación del puerto viene acompañada de una inversión
de 15 mil millones de pesos para modernizar las carreteras del estado. Este
esfuerzo pretende mejorar la conectividad terrestre y facilitar el movimiento
de las mercancías hacia el interior del país, reduciendo los costos logísticos
que implica. Sin embargo, a pesar de los grandes beneficios que se
esperan, este proyecto no está exento de desafíos. La ampliación del puerto
exige una ejecución responsable y el contacto cotidiano con la ciudadanía para
minimizar los impactos ambientales en la Bahía de Cuyutlán, ecosistema clave en
la región. Además, será crucial garantizar que las inversiones beneficien a la
población local y no solo a los grandes participantes de la economía. En palabras del secretario de Marina: “desde el mar,
conectamos a México con el mundo”. Esta frase resume el espíritu del proyecto:
un puerto moderno y eficiente que fortalezca la economía nacional y proyecte a
nuestro país como un líder en comercio marítimo. La ampliación del puerto no será solo una inversión física,
el fondo va más allá, es una declaración de intenciones. Este proyecto
representa la capacidad de México para adaptarse a los cambios globales y
aprovechar sus ventajas competitivas. Y en el centro de este proyecto está
Colima, un estado que, gracias a su ubicación geográfica y el esfuerzo local,
tiene el potencial de convertirse en un polo de desarrollo del Pacífico
Mexicano. Para que Colima aproveche al máximo esta oportunidad,
considero especialmente importante lo siguiente. 1. Fomento al emprendimiento local. Las MiPyMEs deben
recibir apoyo financiero para integrarse a las cadenas de valor que surgirán
con la ampliación del puerto. 2. Educación y capacitación. Invertir en la formación de
trabajadores locales es esencial para garantizar que la mayor parte de trabajos
creados sea para las y los colimenses. 3. Inversiones sostenibles. Es vital atraer empresas que
compartan el compromiso de disminuir el impacto ambiental que genera la
actividad humana.
4. Fortalecimiento del turismo. La modernización del puerto
y la mejora de la conectividad serán un catalizador de atracción de turistas.
Hay que aprovecharlo.