INNOVEMOS ALGO ¡YA!
MARÍA EUGENIA GONZÁLEZ PEREYRA
Fluir
Viernes 29 de Noviembre de 2024 7:59 am
¿RECUERDAS aquella canción que hablaba sobre el coraje de
mantenerse firme, “lejos de la tranza y la prostitución”? Esa que proclamaba la
defensa de una ideología, “buena o mala, pero mía”. Esas palabras resuenan hoy,
mientras reflexionamos sobre nuestras batallas personales. A veces nos encontramos, intentando salvarnos de una vida
caótica, poniendo todo el pulmón, todo nuestro aire, toda nuestra exhalación.
Invertimos nuestra vida completa en salir de un embrollo, solo para descubrir
que la salida no estaba en la confrontación, sino en la aceptación. Nos han programado para luchar, ganar, pelear y confrontar.
Incluso cuando compartimos pensamientos, usamos palabras como “convencer”.
Con-vencer. ¿Vencer a quién? ¿Es mi amigo el enemigo al que debo doblegar hasta
que piense como yo? Si la vida fuera tan estática como deseamos, seríamos un
museo de cera, una estructura fría y rígida. Como aquellos zapatos de la
infancia que nos protegieron y nos hicieron felices, pero que hoy ya no nos
sirven, no podemos aferrarnos eternamente a las mismas técnicas y patrones. Le exigimos a las personas que permanezcan idénticas a
cuando las conocimos. Nos sorprendemos cuando cambian, cuando aquella persona
dulce muestra su lado áspero, sin considerar que ese cambio fue necesario para
su evolución. El presente no tiene que ser un calco del pasado. El pasado
puede enseñarnos a ser mejores hoy para construir un mejor mañana, pero no debe
ser nuestra cárcel. La flexibilidad es fortaleza, es fluir con los cambios sin
perder nuestra esencia. Cuando aceptamos las diferencias y respetamos las
ideologías ajenas, tejemos una paz más profunda. Ya no necesitamos gastar
energía en batallas innecesarias. El verdadero coraje está en atrevernos a
fluir con los cambios, en permitir que otros sean diferentes sin sentirlo como
amenaza. Es tiempo de ser flexibles y de entender que lo que un día
nos sirvió, hoy puede ser diferente. En ese fluir, encontramos una paz más
auténtica, una conexión más profunda con nosotros mismos y con los demás. Innovemos algo ¡ya! Transformemos cada encuentro en una
oportunidad para crecer juntos, respetando nuestras diferencias y celebrando la
evolución constante de la vida. La felicidad reposa en ese espacio donde las
diferencias no nos separan, sino que nos enriquecen, donde cada uno fluye con
su propio ritmo y su propia melodía. Terapia presencial y online, con la autora de esta columna.