Otro año de sobrevivencia
ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Martes 24 de Diciembre de 2024 8:20 am
EL presente año, secundando al anterior, ha ido in
crescendo principalmente en la falta de seguridad, desde lo social, político,
económico y laboral. Todavía no se crean las condiciones necesarias y políticas
públicas para que todo ser humano se sienta seguro y confiado, principalmente
en nuestro estado. Lo que deviene en estas fechas es la desbandada de robos y
asaltos por parte de grupos delictivos que cada vez se las ingenian más para
inventar formas y métodos para despojar de sus bienes a quien puedan. Igualmente, los asesinatos y feminicidios parecen no tener
control, pues al fin y al cabo vivimos en un estado donde la impunidad impera,
y la cultura de la corrupción esta incrustada en todos los mandos de Gobierno
sean del color que sean, con tal de que el poder se siga manteniendo en manos
de unos cuantos. Las mayorías seguiremos luchando por una vida mínimamente
digna y defendiendo los recursos que a ojos vistos nos están siendo
arrebatados. Lo que presenciamos hace días, referente al descuento del
ISR a los aguinaldos de los trabajadores y trabajadoras del estado, es otro
asalto en despoblado y maniobra del Gobierno para hacerse llegar de recursos,
nuevamente sangrando los bolsillos de quienes con ilusión ven el aguinaldo como
el salvador para pagar las deudas contraídas durante el año, ya que la nómina
apenas si alcanza para la sobrevivencia diaria. Pero eso al Gobierno no le
importa; lo que quieren es resolver sus compromisos con dinero que ya es
propiedad ajena, pues el aguinaldo es una prestación ganada con el esfuerzo
diario, de ninguna manera es una dádiva otorgada por el Gobierno en turno. Este año ha sido de los mas sangrientos en nuestro estado,
con semanas que registran hasta cinco asesinatos por día, destacando el
municipio de Manzanillo, curiosamente a partir de la nueva administración. Y aunque las cifras exactas son difíciles de obtener, pues
se sabe que existe la consigna del Gobierno del estado hacia los medios de
comunicación de maquillarlas lo más posible, las redes sociales dan cuenta de
estos y otros acontecimientos, afortunadamente al momento, pues es obvio que
hasta aquí no llega su control. Dado que el siguiente año no se vislumbra un cambio
sustancial en cuanto a seguridad y otros rubros se refiere, sería bueno que la
ciudadanía tomara mayor conciencia social e incremente la cultura de las
denuncias y las protestas, pero organizadas. Las autoridades siempre han
apostado a dos cosas, por eso siguen haciendo de las suyas: a la falta de
memoria, pues ya lo constatan en las elecciones pasadas, y a la desorganización
social.
Las demandas aisladas nunca han dado buenos resultados; la
estrategia del Gobierno ha sido siempre la cooptación de personas claves en los
movimientos, abusando de sus necesidades primordiales de sobrevivencia, y
ofertarles algunas prebendas, siempre con la intención perversa de que
abandonen sus principios de solidaridad hacia sus semejantes.