No hay fecha que no se llegue…
AGUSTÍN BENÍTEZ OCHOA
Miércoles 22 de Enero de 2025 8:28 am
NI plazo que no se cumpla, dice una de las tantas versiones
del refrán, y sí, llegó el día 20 de enero de 2025 y Donald Trump juró como el
presidente número 47 de EUA, y además lo hizo como si hubiera sido electo por
Dios en cumplimiento del famoso Destino Manifiesto que tanto les gusta a
algunos políticos de ese país. Alguien escribió el mismo día 20 en La Jornada:
“abrochémonos los cinturones”, y parece muy adecuada la recomendación. Las
amenazas se volvieron decretos ejecutivos con el uso, dicho en sus palabras, de
la pluma más rápida del Oeste. Y, además, lo cual puede ser conveniente para
México, no fueron todas las anunciadas, lo cual parece indicar la existencia de
problemas para implantar de golpe y porrazo (nunca mejor dicho) todas las
medidas anunciadas. No es posible, ni es el propósito en este espacio, analizar
a detalle cada una de las medidas y sus eventuales implicaciones para el país,
pero sí mencionarlas aunque sea de manera un tanto superficial: sellar y
militarizar la frontera sur de EUA, es decir, los límites con México; declarar
emergencia nacional en la misma frontera, y designar a los cárteles y grupos
del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras, lo cual abriría
un resquicio, de acuerdo con su legislación, para invadir miliarmente México.
Pero, ojo, no se firmó nada respecto a los aranceles mencionados en discursos
anteriores, pero no necesariamente porque no se vayan a implantar, sino que
parece haber contradicciones entre las promesas hechas. El hecho de castigar a México y Canadá con aranceles de 25
por ciento implicaría, según los propios economistas de EUA, una mayor
inflación en ese país, lo cual chocaría frontalmente con la promesa de una
reducción importante en los precios, promesa que tuvo un peso significativo en
los electores de Trump. De la misma manera, ya se menciona en algunos medios
internacionales que las autorizaciones en el Congreso de EUA no serían
realizadas de manera automática, puesto que en el mismo ámbito republicano hay
diferencia de opiniones en temas de gran importancia, al igual que no todos los
votantes del nuevo presidente aceptan de buena gana la compañía e influencia de
personajes asociados al gran capital, es decir, los grandes multimillonarios,
donde Elon Musk es la cara más visible. Quizá por lo anterior, la presidenta de México mantiene la
posición escogida desde hace semanas de “coordinación y colaboración, sin
subordinación”. Y aun ante el aparente regocijo de algunos opositores a su
gobierno, como el dirigente del Pan, quien parece alegrarse de que se le
presenten problemas serios a la doctora Sheinbaum, ella recomienda mantener la
calma y conservar la cabeza fría. La presidenta sabe que cuenta con un apoyo popular de 80
por ciento o más, con el respaldo de su partido y, por si fuera poco, con el
sostén de varios miembros de la oposición que se declararon solidarios con ella
ante un problema de la magnitud del que se tiene enfrente. Hay una fuerte
corriente de políticos, como lo ha mencionado el presidente del Senado, que
respaldan esta posición de dignidad y defensa de la soberanía e independencia
nacionales. Bienvenida la solidaridad tan necesaria en estos momentos.