La era Trump
LOURDES CARRILLO BERNAL
Viernes 24 de Enero de 2025 8:01 am
EL inicio de la Era Trump se contempla como el surgimiento
de una “oligarquía, con soborno político ilimitado” (J. Carter) de
multimillonarios peligrosa para la democracia. Encabezada por el primer
presidente convicto que es en sí, un golpe mortal para la libertad y la
democracia. Desde sus primeros mandatos, Impulsa la anulación de los derechos
civiles, laborales y ambientales y otras conquistas sociales de las últimas
décadas. Con su aire de bully de
secundaria quien siempre ataca a los vulnerables para demostrar su fuerza,
Donald Trump justificará el concepto de “el país más ilegal y peligroso del
mundo”. Pero como nada es para siempre, se augura el despertar del
pueblo estadounidense, cuya gran mayoría no votó por Trump, reflexione sobre el
desatino de haber permitido el triunfo de la derecha, aunque electa por una
minoría, los obliga a crear la resistencia necesaria para recuperar los
derechos y libertades de una verdadera democracia. Como invitaba Stephane
Hessel: Indignaos. Para esto existen contrapesos que entrarán en juego en ambas
Cámaras de Representantes y Senado, además, en el Supremo Poder Judicial
conformado por seis jueces, tres puestos por Trump en su primer mandato y otros
tres que representan la oportunidad de nulificar o al menos obstruir los
desatinos de Trump y su Gabinete. Desde el día de su ascensión al poder, desechó el mandato
de luto por la muerte del ex presidente Jimmy Carter y mandó izar la bandera a
toda asta. Curiosamente ese día también se conmemoraba la muerte del defensor
de los derechos civiles más conocido de ese país, Martin Luther King, mientras
Trump viene a arrasar con ese esfuerzo de miles de ciudadanos por consagrar los
derechos humanos y civiles sin distinción. Ya sintiéndose en los cuernos de la luna, emite órdenes al
más puro estilo fascista y xenófobo para impedir la entrada de indocumentados,
ordena redadas que ya se están llevando a cabo contra los trabajadores
inmigrantes y con lujo de fuerza se les trata como criminales. Olvida que los
latinoamericanos y la comunidad gay le brindó su apoyo y ahora los ataca. Lo
cierto es que éstos tienen representantes en ambas cámaras y lloverán amparos y
demandas al nuevo gobierno. La geopolítica que justifica con su declaración de que “La
ambición es la sangre de la Nación” refleja su mentalidad avariciosa e
inconforme que seguramente apoya la industria armamentista y el Pentágono. De
asombro no salimos ante el “saludo nazi de corazón” que expresó el eufórico
Elon Musk. Nada más claro que el desprecio de la Primera Dama por el magnate
avaricioso durante toda la ceremonia, desde su ingreso del brazo de un oficial
y no de su esposo, con un sombrero cubriéndole cualquier expresión. No aplaudió
su discurso ni se puso de pie como el auditorio y el beso al aire fue de
leyenda. Hizo patente que “duerme con el enemigo”.
*Expresidenta de la
ACPE