Puerto de Manzanillo: Retos y Oportunidades para la Comunidad
RUBÉN DARÍO VERGARA SANTANA
Viernes 24 de Enero de 2025 8:03 am
LA ampliación del puerto de Manzanillo representa un avance
significativo en términos de infraestructura, su importancia es de orden
nacional e internacional. La nación recaudará mayores ingresos, la caja será
más robusta de lo que actualmente es, pero también es un desafío para las
comunidades que han dependido históricamente de las tierras y aguas dentro del
polígono de desarrollo. Estos pobladores, entre los cuales se encuentran
pescadores, campesinos, ejidatarios y salineros, obtienen su sustento directamente
de estos recursos naturales, y su futuro está marcado por la incertidumbre
sobre cómo afectará el proyecto a sus medios de vida. Es fundamental que, al momento de la ejecución de este
proyecto, se garantice que las comunidades afectadas puedan competir en
condiciones de igualdad frente a las grandes empresas internacionales que se
beneficiarán de los servicios concesionados en el marco del desarrollo. Esto no
debe ser una competencia desleal, sino una oportunidad para que sus habitantes
puedan participar activamente en el proceso económico, con un acceso equitativo
a las nuevas oportunidades que surjan de la expansión del puerto. Este proyecto no nace de la noche a la mañana, y es aquí
donde se reconoce la decisiva participación de la Asipona, cuya presencia ha
sido clave en el acompañamiento a las comunidades, a los productores y
pescadores de la región. Las obras compensatorias que se han implementado
merecen reconocimiento, pero sabemos que los logros hasta ahora alcanzados no
son suficientes, ya que la sociedad, viva que es, día a día reclama más y
mejores condiciones de vida. La sociedad, en su conjunto, exige una mayor participación,
una corresponsabilidad efectiva y, sobre todo, la posibilidad de estar
informados y ser parte activa de este proceso. Es de vital importancia que las
demás autoridades involucradas se incorporen creando las sinergias que tan
importante proyecto requiere, que atiendan a las comunidades en este proceso, y
darles voz, para que sus necesidades sigan siendo atendidas con seriedad y
respeto. Un paso importante en este sentido es asegurar que las
grandes empresas involucradas en el proyecto celebren contratos de asociación
en participación o cualquier otra figura jurídica que garantice a las
comunidades locales una participación activa y responsable en la prestación de
los servicios vinculados al puerto. De esta manera, no solo se les ofrecería la
posibilidad de compartir los beneficios económicos del proyecto, sino que
también se sentarían las bases para su continuidad a largo plazo, asegurando
que las futuras generaciones puedan seguir siendo parte de este desarrollo, sin
ser desplazadas ni marginadas. Nunca es tarde para poner en marcha estos mecanismos de
inclusión. La voluntad institucional es importante para materializar estos
beneficios. Si las compensaciones y los programas de integración ya están
contemplados, es necesario asegurarse de que sean lo suficientemente robustos y
justos. En caso contrario, es imperativo que se contemplen de manera inmediata.
Un Gobierno que se precie de ser horizontal e inclusivo, tiene la obligación de
acercarse a sus gobernados y poner a su disposición todos los recursos que
estén a su alcance, siempre dentro de lo que la ley permita. Este tipo de acciones tienen un impacto social profundo, y
es por ello que los hacedores de leyes deben participar activamente en este
proceso. Deben estar atentos, informados y ser proactivos para adecuar las
normas si es necesario, garantizando que el marco legal permita la inclusión
plena de las comunidades afectadas en el desarrollo del proyecto. Si las leyes
actuales no facilitan esta inclusión, es imperativo que se ajusten para
permitir lo que este proyecto realmente necesita: un desarrollo socialmente
justo y equitativo que beneficie a todos, no solo a las grandes corporaciones.
El progreso debe ser un puente que una a todos, no un muro
que excluya a quienes han sido parte fundamental de nuestra historia. Es
imperativo que las autoridades actúen con sensibilidad social, garantizando que
la expansión del puerto de Manzanillo sea una oportunidad para todos, sin dejar
atrás a las comunidades que lo han hecho posible. Solo así, con justicia,
equidad y compromiso, lograremos un futuro inclusivo y próspero para todos.