RAZONES
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JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
“Con México vamos muy bien”
Viernes 24 de Enero de 2025 8:04 am
TRUMP, en un mensaje virtual con el Foro Económico de
Davos, dijo ayer que con México están “tratando muy bien” y reiteró “las cosas
están muy bien”. En la misma intervención, dijo que con Canadá “es muy difícil
negociar”, que los han “tratado muy mal” y que no necesitan ni el gas ni el
petróleo canadiense. Extendió sus críticas a la Unión Europea que, dijo, “nos
ha tratado muy injustamente”, dijo que no va a tolerar el déficit con China y
ofreció a las empresas de los otros países que “vengan a fabricar en EUA y les
ofreceremos algunos de los impuestos más bajos que cualquier nación en la
tierra”. La verborragia de Trump es conocida, pero creo que a partir
de esas pocas frases se establecen con claridad muchos objetivos. ¿Por qué
contrapone Trump a Canadá con México? Vamos por lo personal y político: Trump
detesta a Trudeau, un hombre que está en sus antípodas políticas, personales e
ideológicas. Con México, si Trump dice que ya están tratando y que van
muy bien, por algo será, pero de eso no se nos ha informado. Entonces
especulemos. ¿Qué deberíamos contemplar? Primero lo obvio: el Gobierno mexicano
ha aceptado el programa Quédate en México, y no es sólo por solidaridad o por
la onda gélida que sufre la frontera. Se lo quiera considerar así o no, lo
cierto, Quédate en México es la versión tropicalizada de un tercer país seguro,
similar al que tienen otras naciones. ¿Qué otra cosa estamos tratando con la administración
Trump? La relación y colaboración entre las fuerzas armadas de los dos países
fue y sigue siendo estrecha. Trump le ha pedido al Comando Norte que establezca
los mecanismos para cuidar la frontera, la migración y la lucha contra cárteles
en la Unión Americana. Entre las medidas que se podrían estar contemplando,
estaría una modificación de plano (o de hecho) de la Ley de Seguridad Interior
que se aprobó el sexenio pasado y que limitaba cualquier participación de
organismos de seguridad o inteligencia de otros países, léase EUA, en México.
Por supuesto que una intervención o participación abierta, sea militar o
policial, en nuestro país será rechazada, pero existen condiciones para
establecer mecanismos mucho más profundos en términos bilaterales. Me imagino que
el mayor problema para ello, por una confrontación que viene de décadas, es con
la DEA, una relación deteriorada al máximo luego de la injusta detención del
general Salvador Cienfuegos. Las agencias estadounidenses tendrán cambios drásticos con
la administración Trump: la nueva fiscal, Pam Bondi, es una trumpista de
corazón, pero es también una mujer que sabe y conoce de seguridad, migración y
tráfico de drogas, por sus muchos años como fiscal de Florida; de ella
dependerán las fiscalías y tendrá poder, junto con el Homeland Security, sobre
la DEA, la CIA, la patrulla fronteriza, la agencia de control de armas y
explosivos y muchas agencias más. Para México, existe una posibilidad de trabajar seriamente
sobre el tráfico de armas de EUA a los cárteles mexicanos, más allá del proceso
judicial que se ha entablado contra los fabricantes. En términos arancelarios y de complementación comercial y
económica, si se avanza en estos días en estos temas de seguridad y migración,
mucho es lo que se puede ganar. Por las razones que sea, Trump no nos puso en
la misma canasta que a Canadá, la Unión Europea, China o los BRICs. Hay que
aprovecharlo y jugar la carta de la pertenencia a América del Norte con cierta
audacia.
Por eso, se necesita poner la narrativa de nuestro gobierno
en esa lógica de esa nueva relación. Hoy es parca, destinada, con un discurso
tradicional, para el mercado interno, cuando evidentemente la realidad está
pasando por otro lado.