Prevención de desapariciones
LUNES POLÍTICO
Lunes 27 de Enero de 2025 8:05 am
COLIMA, al igual que muchos otros estados de nuestro país,
ha vivido un persistente problema con relación a cifras de desapariciones
durante los últimos años. Al término de 2022, se registraron mil 442 personas
desaparecidas, mientras 2023 culminó con la cifra de mil 504. En ambos casos,
71 por ciento de los desaparecidos eran hombres, y 29 porciento, mujeres. Para
2024, hubo un decremento, pues arrojó mil 294 casos. El panorama a nivel nacional dista de ser mejor. En agosto
del año pasado, por la conmemoración del Día Internacional de las Personas
Desaparecidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja señaló en un comunicado
que, en el país, hay más de 116 mil personas desaparecidas y no localizadas, y
han sido descubiertas más de 5 mil 600 fosas ilegales. El Registro Nacional de
Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), en su base de datos, tiene
mil 729 registros activos en lo que va de 2025. La desaparición de personas, en definitiva, no es un
fenómeno aislado, sino un problema estructural del cual ya se toman cartas en
el asunto, pues debido a su magnitud, aplazar su tratamiento sería continuar
exponiendo a la ciudadanía. Ante tan sombrío panorama, el Gobierno del Estado de Colima
y el Colectivo Solidario de Búsqueda en Colima se ha propuesto este año a
llevar a cabo el programa estatal Construyendo Comunidades Seguras y
Resilientes, a fin de prevenir la desaparición de personas. Una tarea de tal
calibre requiere de un trabajo en conjunto, por lo que el colectivo se
coordinará con diversas organizaciones civiles, así como con el Secretariado
Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública y el Centro de Prevención
Social de la Violencia y la Delincuencia. Entre las estrategias que tiene considerado el programa, se
encuentran la impartición de charlas y talleres a jóvenes estudiantes, no solo
en escuelas de nivel secundaria ubicadas en zonas de alto riesgo, también en
espacios públicos, centros de rehabilitación, y se espera pronto pueda
expandirse a otros niveles educativos. Este mes será clave pues, aunque el 20 de enero se puso en
marcha en Manzanillo, en alcance planeado es estatal, por lo que en lo sucesivo
se irá desarrollando en los demás municipios de Colima, y arrojando resultados
interesantes. Pero ¿se pueden prevenir las desapariciones? La respuesta
es: no del todo. Sin embargo, sí existen acciones que pueden reducir su
incidencia. Acertadamente, el programa abordará principalmente instituciones
educativas pues son la principal zona que debe garantizar el fomento de una
cultura de respeto a los Derechos Humanos y la identificación de situaciones de
riesgo. De igual forma, es benéfico asegurar que las instituciones
gubernamentales sean sólidas y transparentes, para cumplir su encomienda de proteger
a la ciudadanía. Otra medida de prevención es enfocarse en fortalecer la
seguridad hacia grupos específicos; mujeres, niñas, niños y adolescentes, así
como las personas migrantes, son grupos especialmente vulnerables a la
desaparición. Sin duda, este programa traerá múltiples beneficios, en el
entendido de que la participación ciudadana y su respuesta positiva, así como
la suma de esfuerzos por parte de más autoridades, que seguramente se
incorporarán para expandir el alcance del proyecto, son pieza clave para lograr
resultados a corto plazo. Avance en Cuyutlán ESTÁN en marcha las obras de ampliación del puerto de
Manzanillo, proyecto de gran envergadura que fue anunciado e inaugurado por la
presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, durante su visita a la
entidad el 23 de noviembre del año pasado. La semana pasada, con la supervisión del titular de la
Secretaría de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, iniciaron los trabajados
del dragado de la Laguna de Cuyutlán, una de las muchas acciones que se
contemplan realizar en la zona durante los próximos meses. El Nuevo Puerto Manzanillo Cuyutlán, nombre oficial de este
proyecto, tendrá una inversión conjunta del Gobierno Federal y la iniciativa
privada por 63 mil millones de pesos, para la construcción de terminales de
contenedores; una terminal marítima de Pemex; conectividad terrestre y un
muelle turístico de cruceros. Se trata de una obra de enorme relevancia para la
infraestructura nacional, pues los trabajos de ampliación colocarán a
Manzanillo entre los puertos más importantes del continente, al incrementar
significativamente su capacidad de recepción y movimiento de carga
internacional. Para el Gobierno Federal es prioritaria la modernización
del puerto de Manzanillo, pues representa el ingreso de una enorme cantidad de
recursos a través de la Aduana, una de las tres más importantes del país, junto
con las que se ubican en Nuevo Laredo y Veracruz. Los trabajos de ampliación en la terminal marítima local
permitirán agilizar el tránsito de contenedores, además de colocar a Manzanillo
como un punto logístico idóneo para la introducción y movilización de
mercancías hacía el resto del país e incluso Norteamérica. Por otro lado, es lógico que todo ese movimiento impacte al
estado de Colima. Por el momento, existe una adecuada retribución con las
inversiones por alrededor de 15 mil millones de pesos que realizará la
administración de Claudia Sheinbaum en el rubro carretero. Sin embargo, es válido esperar mucho más, pues si bien el
puerto de Manzanillo es colocado entre los principales del continente, tal
relevancia debe aparejarse con una aportación de mayores beneficios directos
para los colimenses, tal como ya lo han expresado diferentes actores políticos. En ese sentido, el senador morenista por Colima, Virgilio
Mendoza Amezcua, anticipó que buscará, desde el Congreso de la Unión, impulsar
iniciativas para que los puertos entreguen recursos destinados a la
infraestructura, seguridad y medio ambiente a las entidades donde están
ubicados. Incluso planteó que se podría cobrar una determinada
cantidad por cada tonelada que se mueva en la terminal portuaria, lo que
generaría una bolsa importante que podría ser administrada de manera conjunta
por el municipio y el estado, bajo estrictos controles de fiscalización. Como esas, tendrán que venir otros planteamientos que
permitan la adecuada convivencia del puerto de Manzanillo con su entorno. El
objetivo debe ser que exista un beneficio generalizado, sin perder de vista que
los colimenses esperan grandes avances para la entidad en los próximos años,
como resultado del crecimiento del movimiento portuario. El precio del discurso LOS recientes comentarios del presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, en el Foro Económico de Davos y sus amenazas arancelarias han
generado un sube y baja en el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar,
pero más allá de estas oscilaciones diarias, la incertidumbre en las políticas
estadounidenses continúa teniendo un impacto profundo en México y otros países. La relación comercial México-EUA se encuentra
constantemente en un limbo, impulsada por discursos contradictorios que oscilan
entre el reconocimiento de una buena cooperación y la amenaza de mayores
barreras arancelarias. Este vaivén, aunque refleja la volatilidad inherente a
los mercados, también pone en evidencia la falta de una política clara y
consistente por parte del republicano, que a menudo utiliza su retórica para
manipular el comportamiento de los actores económicos. En términos económicos, los efectos de esta incertidumbre
se traducen en decisiones empresariales que podrían desindustrializar regiones
enteras. Como lo indicó Enrique Quezada, presidente de Index en Querétaro,
algunas empresas ya están reevaluando sus proyectos o incluso trasladando
operaciones a otros países para evitar el impacto de posibles aranceles. Este
éxodo potencial afecta a miles de empleos directos en sectores manufactureros
clave para México, donde la dependencia de las exportaciones a Estados Unidos
es abrumadora. A pesar de este panorama, el peso mexicano ha mostrado
resiliencia, registrando apreciaciones recientes frente al dólar. Según
Banxico, el tipo de cambio cerró el viernes pasado en 20.28 pesos por dólar,
con un avance semanal de 2.36 por ciento. Sin embargo, esta aparente fortaleza
de la moneda no debe ser vista como un signo de estabilidad estructural, sino
como un reflejo momentáneo de la especulación en los mercados internacionales,
alentada por la falta de concreción en las políticas comerciales de Trump. La incertidumbre no solo afecta a los mercados financieros,
sino que tiene consecuencias tangibles para la economía real. El costo de
producir en México puede aumentar significativamente si las amenazas
arancelarias se convierten en realidad, afectando no solo a las grandes
corporaciones, sino también a los trabajadores que dependen de estas industrias
para su sustento. Mientras tanto, la falta de acceso a materias primas
competitivas, como las provenientes de Asia, y las dobles cargas por aranceles
de importación y exportación agravan aún más la situación. En este contexto, las declaraciones de Trump en Davos sobre
que su gobierno está trabajando “muy bien” con México para establecer acuerdos,
aunque moderaron el nerviosismo de algunos inversionistas, son insuficientes
para garantizar estabilidad a largo plazo. Los operadores financieros han
aprendido a leer entre líneas, interpretando sus palabras como señales
momentáneas en lugar de compromisos reales.
El precio del discurso es alto, pero el costo de la
inacción puede ser aún mayor. En lugar de seguir reaccionando a las palabras de
Trump, México debe construir una economía menos vulnerable a la retórica y más
preparada para enfrentar los desafíos de un entorno internacional incierto.