Tradición y seguridad
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LUNES POLÍTICO
Lunes 10 de Febrero de 2025 8:21 am
VILLA de Álvarez, año con año, se prepara para llevar a cabo los Festejos Charrotaurinos a fin de que, por 2 semanas, la afluencia de personas que visita el municipio tenga una experiencia agradable, segura y rica en tradición colimense. Al ser este año su edición 168, la planeación de las Fiestas de la Villa se pudo asentar sobre dos puntos importantes: el primer punto son los problemas que persisten a través del tiempo, como lo son las riñas entre asistentes o jinetes, los inconvenientes relacionados a los animales que forman parte de las actividades, y los desechos que se llegan a dispersar en espacios públicos. El segundo punto se relaciona con el contexto cambiante al que se enfrenta el estado. Tras 2 años complicados en seguridad, tal tema debe ser prioritario para la planificación de este y otros eventos masivos con horarios nocturnos. Esta edición del evento trabaja de manera colegiada con el Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia, por lo que se cuenta con 20 cámaras de vigilancia de este organismo, es decir, hubo un incremento de 50 por ciento con relación al año anterior para mantener una supervisión constante. Asimismo, se anunció con antelación que se aplicarán multas de hasta 2 mil 300 pesos, o bien, arrestos de hasta 36 horas por riña en la vía pública. Dado que en celebraciones anteriores se reportaron también incidentes con caballos desbocados, en los que tanto jinetes como espectadores han resultado heridos. Debido a ello, se pidió a los asistentes que tomaran distancia y demás precauciones durante las cabalgatas. El director de Seguridad, Tránsito y Vialidad del municipio señaló también que, al pendiente del evento, se tiene personal capacitado para atender emergencias frecuentes y no rutinarias, como incendios o amenazas de bomba. Aunque se han considerado varios factores que podrían suscitarse, existen otros que no recaen en el Ayuntamiento, sino en la población. Del 7 al 24 de febrero, las y los colimenses tienen la oportunidad de mostrar su responsabilidad ciudadana, manteniendo limpios los espacios públicos. La colaboración y el compromiso de quienes asisten impactan también en la manera en que se desarrollan los Festejos Charrotaurinos y en su proyección para la siguiente edición. Algo que se debe tener en cuenta es el peso que se da al bienestar animal, un requerimiento que la sociedad pide cada vez con mayor frecuencia. La protección de los animales debe ser uno de los ejes centrales de los festejos, y se exige un trato digno y respetuoso por parte de los colimenses. Implementar medidas para garantizar su bienestar, desde el transporte y manejo adecuado hasta la supervisión veterinaria constante, es parte importante para el éxito de los eventos. La prohibición de prácticas crueles y el cumplimiento de normativas que regulan el trato animal ayudarán a preservar la integridad de esta tradición. No se debe perder de vista que la festividad no solo representa una celebración de las costumbres locales, sino que se ha convertido en un motor económico y un punto de encuentro para personas de distintas partes del mundo; autoridades y asistentes tienen en sus manos la posibilidad de, mediante sus acciones, mejorar cada vez más la experiencia que ofrecen las Fiestas de la Villa. Difícil regreso a casa DESDE el 20 de enero de este año, cuando Donald Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, hasta el pasado 5 de febrero, habían sido repatriados a México más de 8 mil connacionales y otras 2 mil personas originarias de diversos países de América Latina. En ese sentido, la directora de Atención a Migrantes Colimenses, Leticia Paloma Gómez Llamas, refirió que únicamente cinco personas han sido deportadas del vecino país del norte. Todas ellas llegaron a México en el vuelo que aterrizó en el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA) con 377 repatriados. Sin embargo, y aunque se han dispuesto una serie de apoyos y programas para los paisanos que deben regresar a sus lugares de origen, la funcionaria estatal afirmó que no se tienen mayores datos sobre esos colimenses, dado que no se les dio seguimiento a sus casos. Es muy probable que no sean los primeros colimenses que son deportados desde EUA, aunque sí llama la atención que el Gobierno Estatal no disponga de mayores datos sobre las circunstancias en que fueron obligados a regresar a México y la manera en que van a solventar su nueva situación. Dicha información sería muy útil para que las autoridades colimenses diseñen un plan de atención contextualizado, pues hasta el momento solo se conocen las medidas del Gobierno Federal, como el apoyo consular, el pago único de 2 mil pesos, la afiliación al IMSS, así como orientación sobre programas sociales, empleo y educación. No se pueden predecir los alcances de las acciones migratorias de la administración de Donald Trump; Sin embargo, cada uno de los gobiernos locales tendría que preparar para recibir una importante cantidad de personas que, a su llegada, solicitarán oportunidades de empleo, atención y servicios. El gobierno de Claudia Sheinbaum ha dispuesto una estrategia de atención que cubre las necesidades inmediatas de los migrantes repatriados, lo que resulta muy plausible. Sin embargo, hasta el momento no se conoce un esfuerzo complementario en los estados, donde existen características específicas que deben tomarse en cuenta ante la posibilidad de una llegada masiva de connacionales. En Colima, por ejemplo, quienes se ven obligados a regresar desde el vecino país del norte se encontrarán con una entidad azotada por la violencia y la inseguridad, con primeros lugares en delitos como los homicidios dolosos, la extorsión y las desapariciones. Pero además deberá enfrentar un mercado laboral precarizado, con salarios que apenas cubren las necesidades primarias de una familia y en ocasiones ni eso, pues de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas (Coneval), el 25 por ciento de los colimenses no gana lo suficiente para adquirir la canasta básica. El retorno será complicado a una entidad con un estancamiento económico y un rezago social que limita la diversificación económica, laboral, cultural, académica. Por eso, es impostergable un plan local que permita a los colimenses repatriados incorporarse a su círculo familiar y social con éxito. ¿Transformación tecnológica? A menos de un año de que iniciara su mandato, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, ha presentado dos proyectos tecnológicos clave para la transformación de la industria mexicana: la creación de una armada estatal de autos eléctricos, Olinia, y el Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, Kutzari. Sin embargo, la viabilidad y rentabilidad de estas iniciativas han generado un amplio debate. El caso de Olinia presenta retos significativos. Aunque la electromovilidad es una tendencia global, México no cuenta con una industria consolidada de vehículos eléctricos. Actualmente, las armadas establecidas en el país están enfocadas en la exportación y no en el mercado nacional. Además, la creación de una marca automotriz desde cero requiere una inversión multimillonaria y una sólida transferencia tecnológica, elementos que aún no han sido detallados en el proyecto gubernamental. El modelo de éxito de países como China, que desarrolló su industria automotriz a través de alianzas estratégicas con armadas extranjeras, podría ser una opción viable para México. Sin embargo, el Gobierno aún no ha especificado si buscará acuerdos de Joint Venture con empresas con experiencia en el sector. Sin una estrategia clara de financiamiento y producción, Olinia corre el riesgo de convertirse en un proyecto fallido. Por otro lado, Kutzari busca insertarse a México en la industria global de semiconductores, un sector dominado por potencias como Taiwán, Corea del Sur y Estados Unidos. Aunque el país tiene una base en el diseño de chips, la fabricación y ensamblaje requieren de al menos 20 años de inversión en infraestructura y talento especializado. El éxito de este proyecto dependerá de la capacidad del Gobierno para fomentar la innovación y garantizar un ecosistema de desarrollo tecnológico competitivo. Otro desafío importante es la legislación sobre propiedad intelectual y transferencia de tecnología. Si México no logra actualizar su marco legal para atraer inversiones en semiconductores, Kutzari podría quedarse en un esfuerzo limitado sin impacto real en la economía nacional.
Si bien la intención del Gobierno de Sheinbaum es fortalecer la independencia tecnológica de México, la falta de detalles en los planos de implementación genera incertidumbre sobre la viabilidad de ambos proyectos. Sin inversión privada, alianzas estratégicas y un marco legal adecuado, Olinia y Kutzari podrían quedar como promesas incumplidas en el ámbito tecnológico.