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EL CENTINELA DEL AUTISMO



VÍCTOR MANUEL VILLALOBOS CHÁVEZ

Regalo de cumpleaños


Viernes 21 de Febrero de 2025 8:02 am


HOY, 21 de febrero, celebro un año más de vida, pero este día va más allá de una fecha personal. Mi mayor deseo no es un regalo material ni una fiesta, sino algo que transforma nuestra realidad: que Colima abrace la diversidad y respete a las personas con autismo y discapacidad.

Imagino un Colima donde las personas con discapacidad no sean invisibles, donde las personas con autismo sean bienvenidas en cada aula y donde las oportunidades laborales no dependan de las capacidades físicas. Actualmente, en México, más de 20 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad, lo que representa cerca del 16 por ciento de la población. Sin embargo, el acceso a derechos básicos sigue siendo una lucha diaria. Según datos del INEGI, solo el 38 por ciento de las personas con discapacidad en edad de trabajar tienen empleo y, en muchos casos, con condiciones precarias y sin oportunidades reales de crecimiento.

En Colima, esta problemática es aún más grave, pues la falta de políticas públicas efectivas limita la inclusión en espacios educativos, laborales y de recreación. No basta con rampas o discursos vacíos; Necesitamos un compromiso real que garantice que cada persona tenga un lugar en la sociedad.

Sin embargo, hoy enfrentamos un panorama de exclusión y barreras que van más allá de lo físico: son sociales, culturales y sistémicas. La indiferencia, la falta de accesibilidad y la escasa voluntad de cambio siguen pesando. Las personas con discapacidad no solo enfrentan la falta de infraestructura incluyente, sino que también sufren discriminación en múltiples niveles. Aún existe la creencia errónea de que la discapacidad es una limitación absoluta, cuando en realidad, la mayor barrera es la falta de oportunidades.

El enfoque basado en derechos humanos nos recuerda que existen tres actores clave en la garantía de la inclusión: los titulares de obligación (el Estado y las instituciones públicas), los titulares de responsabilidad (familiares, comunidad y organizaciones) y los titulares de derecho (las personas con discapacidad). La verdadera inclusión no es un favor ni un acto de caridad, es una obligación de toda la sociedad.

La Fundación TATO ha trabajado durante años en la defensa de los derechos de las personas con autismo, pero este camino no se puede recorrer solo. Necesitamos que el sector privado, las autoridades gubernamentales y cada ciudadano de Colima se sumen. El mejor regalo que podemos dar como sociedad es eliminar las barreras y construir un entorno inclusivo.

Hoy, hago un llamado a todos los actores sociales: abramos las puertas, rompamos estigmas y hagamos de la inclusión una prioridad. Cada acción, por pequeña que sea, es un paso hacia el Colima que soñamos. El mejor regalo para las personas con discapacidad no es la compasión, es la aceptación. Mi cumpleaños es solo un pretexto para pedir que, juntos, demos ese regalo.

Agradezco profundamente a Dios, a mi papá René, a mi mamá Mary, a mi hermano, Tato, a Octavio, que nos cuida desde el cielo, a todos mis familiares, amigos y seres queridos por sus felicitaciones y muestras de cariño. Gracias por ser parte de mi vida y por compartir mis anhelos de un mundo más justo e inclusivo.

 

*Director ejecutivo de Fundación Mexicana de Autismo TATO