¿Problemas de pareja?
RUTH HOLTZ*
Domingo 23 de Febrero de 2025 3:23 pm
EN la psicoterapia de pareja trabajamos en conocer “la versión que cada quien tiene” de la razón por la que acuden a un especialista. Es necesario entender que es tan válida una versión de las cosas como la otra. La relación de pareja es “un acuerdo”, por eso cuando ya no hay acuerdos la relación toma rumbos que separan a ambos. Decidimos coincidir, acordar cosas en común “por amor”. Es el amor el que nos lleva a ceder, es el amor el que nos permite perdonar, es el amor el que nos motiva a luchar y es el deseo de “estar contigo” el que busca afanosamente la solución. Todo es superable si hay amor, siempre y cuando sea un amor maduro, un amor dispuesto al sacrificio, al contentamiento, al perdón, a la renuncia, a ceder y a hacer crecer lo bueno. Y sobre todo, a entender que toda pareja es perfecta, pues representa nuestro complemento inconsciente para poder vencer nuestro pasado. En la psicoterapia de pareja procuramos que cada parte exprese su sentir, su inconformidad, su versión del problema que tiene la pareja. Muchas veces, en medio de los conflictos, de la pelea o de las indiferentes interacciones (todo depende qué los distanció), ya no se escuchan uno a otro, ya no se comprenden, ya no se miran al corazón y se dicen “la verdad desde lo más hondo del alma”. Y es entonces cuando la relación realmente se resquebraja. A veces, hay parejas que descubren que no tienen realmente un vínculo así de profundo y tal vez sólo los unieron conveniencias, deseos en los que el otro sólo era un medio. Entonces no hay nada que salvar. Sólo el planteamiento: ¿quieres iniciar de nuevo? La infidelidad es la salida fácil para los disconformes, para los que no saben amar o para los que la otra parte tan necia no pudo entender. Y en vez de “romper el pacto” e irse buscan una relación alterna que los equilibre. A la larga todos son engañados, y nadie es realmente libre para amar y ser feliz. Que una pareja supere una infidelidad es un verdadero triunfo de perdón, de renuncia real y de reparación de daño. No siempre se puede restaurar una relación así, menos si hubo hijos por fuera. Para el verdadero amor nada es imposible, pero no todos estamos obligados a tolerar ciertas cosas, “ni en nombre del amor”. No podemos forzarnos a una relación de continua insatisfacción, de trato hiriente, de indiferencia o frialdad, como de “huéspedes” en recámaras separadas. Decirse la verdad y seguir cada uno su camino puede ser el último acto de amor de alguna relación. Como sea no lo pienses más, acude a la psicoterapeuta. *Psicoterapeuta 312 330 72 54 / 312 154 19 40
