Hacia el 8M
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ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Martes 25 de Febrero de 2025 7:58 am
El próximo 8 de marzo se cumple un año de la tremenda represión que las fuerzas del orden estatal y municipal, ejercieron contra las mujeres que se concentraron afuera del Palacio de Gobierno. Había sido la concentración más grande en muchos años, y en ella se encontraban mayoritariamente mujeres de todas las edades y menores de edad, así como hombres en solidaridad con las causas de las mujeres. Esto no amilanó a quienes, desde las ventanas de Palacio, empezaron a lanzar gases lacrimógenos a la multitud, dañando seriamente la visión de la mayoría, que rápidamente se dispersó en actitud de protección, principalmente mujeres adultas mayores e infantes que acompañaban a sus madres. No conformes con la dispersión que se suscitó, patrullas sorpresivamente conducidas por mujeres policías se dirigieron a la multitud en franca amenaza de atropellamiento. Esta agresión se sumó a otras de igual magnitud, por lo que, a nivel nacional, la reacción social fue de repudio, y en un clamor de justicia hacia la actual presidenta que se encontraba promocionando su imagen. Como era de esperar, ya cercana la fecha, el miedo se ha hecho presente y la duda de enfrentarnos a otra reacción similar aparece; sin embargo, creemos que, con organización y convencidas de las razones que nos asisten y los motivos fehacientes de vivir en un estado en que la vida de las mujeres está en constante peligro, es necesario volver a hacerlo patente, evidenciarlo y exigir más seguridad y protección, en la creencia de que, dadas las respuestas de repudio a la reacción del año pasado, más lo sucedido en Villa de Álvarez, no se repetirá la misma barbarie, ¿o sí? Siempre, pero hoy más que nunca, necesitamos del apoyo y solidaridad de todas las fuerzas sociales. Las colectivas y organizaciones convocantes estamos bien identificados y eso nos hace vulnerables a los ojos de quienes ejercen la violencia, sistémica o no; de ahí que, si toda la sociedad se suma a este reclamo, no solo las mujeres salimos menos afectadas, sino la mayoría que padece la misma segregación, ordena y maltrato. Esta fecha, junto con otras igualmente simbólicas, siempre han sido nuestra bandera de lucha y reclamo a todas las violencias ejercidas contra nosotras, razón de más para insistir en el rescate y defensa de los espacios públicos como foros de expresión hacia las distintas desigualdades que experimentamos como género, y más hoy en día, en que el sistema de actúa justicia más en contra nuestra, pues vivimos en un estado de indefensión.
Ya se está preparando todo lo necesario para que el 8M, pese al temor que no se va del todo. ¡La marcha va!