BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ
Los infortunios de llamarse “Bienestar”
Martes 04 de Marzo de 2025 8:07 am
CADA vez que el Gobierno nombra un programa con la palabra “Bienestar”, es casi un presagio de fracaso. Y no es opinión, es conclusión basada en hechos. Gas Bienestar: prometieron gas LP barato para “proteger al pueblo” de abusos privados. Hoy, hay menos cilindros en circulación que honestidad en un discurso oficialista. Pemex, que lo operaba, no pudo sostener los costos y el programa prácticamente desapareció. IMSS-Bienestar: nació de la tumba del Insabi, que a su vez entró al Seguro Popular, un modelo que, con defectos, funcionaba. Ahora, el IMSS-Bienestar sólo ha profundizado la crisis hospitalaria: falta de especialistas, insumos y medicamentos. Internet para el Bienestar: se anunció con bombo y platillo como el plan para conectar al país entero. Pero si usted vive en una comunidad alejada, tiene más probabilidades de ver un OVNI que de encontrar señal. Crédito Ganadero a la Palabra: este programa se denomina “Vaquitas del Bienestar”. Sonaba bien darles vacas a los campesinos, pero muchas de ellas nunca existieron y el dinero desapareció. El programa costó más de mil millones de pesos y dejó más beneficiarios fantasma que en un cuento de Rulfo. También están los megaproyectos que prometieron transformar el país y terminaron siendo un derroche sin precedentes. La Megafarmacia: para resolver el desabasto que ellos mismos provocaron, crearon un almacén de medicamentos que costó 2 mil 700 millones de pesos. Dos Bocas: la refinería que fortalecería la soberanía energética ya costó más de 20 mil millones de dólares y no ha refinado un solo litro de gasolina. México importa más combustible que nunca y la gasolina sigue subiendo. El Tren Maya: se vendió como un proyecto sustentable, pero ha destruido más de 6 mil hectáreas de selva, desplazado comunidades y costado más de 500 mil millones de pesos. El AIFA: se presentó como la gran alternativa al AICM. ¿El resultado? Un aeropuerto vacío, con vuelos cancelados y aerolíneas obligadas a operarlo por decreto. Litio para México: se creó una empresa estatal para explotar litio, pero hasta ahora no ha producido ni un solo gramo. El patrón es claro: cada vez que el Gobierno intenta crear algo desde cero, termina costando más, funcionando peor y dañando más de lo que arregla. Ahora, falta ver el resultado de la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular. Pero, ¿qué podría salir mal cuando el mérito y la capacidad son reemplazados por la popularidad? DOS PUNTOS
Algo hace bien Morena: ganar elecciones. No porque tenga razón o gobierne bien, sino porque sabe decirle a la gente lo que quiere escuchar y repartir dinero a diestra y siniestra. Pero ganar elecciones no significa gobernar bien, insisto, y ahí está Trump para recordarnos que la demagogia y la realidad nunca van de la mano.