INDICADOR POLÍTICO

CARLOS RAMÍREZ
El papaloteo es disputa por el poder
Miércoles 12 de Marzo de 2025 8:52 am
MIENTRAS el efecto del mitin autodenominado de unidad
nacional ante EUA duró pocas horas, el incidente revelado en redes que mostró
el descuido en modo de desdén de la élite política del poder morenista hacia la
morenista presidenta de la República parece estar anclado ya en la agenda del
debate político. Si en términos objetivos se observa, en efecto, un descuido
de la cúpula del poder de Morena, el hecho de que se sigan discutiendo los
contextos y las interpretaciones estarían revelando ciertos indicios en el
sentido de que la presidenta tiene el gobierno, pero no tiene los hilos del
poder. Y si bien se acepta la argumentación de que fue un descuido
instantáneo, tampoco se debe desdeñar el hecho de que todo ese bloque de poder,
que responde al presidente emérito que despacha desde el Palacio de Invierno de
Palenque, se configuró en un instante político alrededor de Andy López Obrador,
a sabiendas de que todos estaban asistiendo a un mitin político de
fortalecimiento de la presidenta Sheinbaum. López Hernández, Monreal Ávila y Velasco Coello son viejos
lobos de la política que se desarrollaron en las prácticas cotidianas del viejo
priismo de los acarreos y de los viejos protocolos de subordinación a la figura
presidencial en turno. Nadie se imagina a estos tres políticos cincelados en el
priismo acudir en algún viejo mitin tricolor papaloteando su presencia en
distracciones que no fueran desde el principio el arropamiento de la figura a
la que asistieron para exaltar. En efecto, sí estaban papaloteando, es decir, estaban
distraídos, pero todo político viejo lobo de mar que se respete siempre tiene
un ojo en el gato y otro en el garabato. Es posible que los políticos que andaban papaloteando, en
efecto, cayeron en la certeza posterior de haber cometido un desliz en modo de
error político: asistir a un mitin que buscar el fortalecimiento de la figura
de la presidenta de la República en sus negociaciones de poder nada menos que
con el presidente del imperio norteamericano, pero dedicarle más prioridad a
juntarse entre toda esa élite que responde de manera directa a los intereses y
mandatos de López Obrador. Ciertamente, los políticos andaban papaloteando, pero en
sus movimientos conjuntos como parvada tenían otra prioridad que no era la de
apoyar a la presidenta Sheinbaum, sino que dejaron todos los elementos
visuales, gestuales y corporales de moverse como grupo de poder cerrado
alrededor de quien se puede interpretar como el jefe político del momento: el
hijo del expresidente en modo de pre-pre-precandidato presidencial para 2030.
Política para dummies: en política lo que se ve no se
juzga.