DESDE EL PÁRAMO

ARNOLDO DELGADILLO GRAJEDA*
¿Qué pasó en Agua de la Virgen?
Viernes 14 de Marzo de 2025 9:02 am
ABSORTOS en el espanto de Teuchitlán, Jalisco, no miramos
el horror que también nos cubre. Mi compañera periodista, corresponsal de
Televisa en Colima, Bertha Reynoso, hizo en una publicación en redes sociales
un llamado a la memoria que retomo en esta columna. En enero del año pasado, en la comunidad de Agua de la
Virgen, municipio de Ixtlahuacán, fueron localizadas varias fosas clandestinas,
según confirmaron fuentes de seguridad a la prensa en esos días. Lo cierto es que los forenses trabajaron por semanas,
rodeados por más de 20 camionetas de autoridades federales, sin permitir que
los periodistas nos acercáramos para reportar lo que ahí sucedía. La Red de
Desaparecidos de Colima acudió al sitio y solicitó participar en la búsqueda de
restos humanos, pero les negaron la entrada. De acuerdo con información extraoficial, agentes de la
Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, en coordinación
con la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina, bajo la supervisión de un
agente del Ministerio Público Federal, realizaron un operativo y catearon el
predio en la localidad mencionada. Se habló de que podrían haber encontrado
hasta 170 cuerpos, pero las autoridades no lo han confirmado. Es más, ni
siquiera han hablado sobre ello. El silencio pesa. La falta de respuestas oficiales es una
forma de violencia que perpetúa la tragedia. No hay cifras definitivas, no hay
nombres, no hay explicaciones. Sólo quedan las preguntas de las familias que
siguen esperando saber qué pasó con sus seres queridos. La historia se repite. En 2019, en el poblado de Santa
Rosa, municipio de Tecomán, se hallaron entierros clandestinos con restos de 84
personas. En 2023, en Cerro de Ortega, también en Tecomán, se localizaron 55
fosas con 92 cuerpos, según registros oficiales. La tierra colimense sigue
devolviendo los rastros de su horror. Y mientras nos ahoga la violencia del crimen organizado, la
violencia de género sigue cobrando vidas. Apenas el pasado sábado, miles de
mujeres marcharon en Colima con motivo del Día Internacional de la Mujer. Una
marcha multitudinaria que, literalmente, chocó contra una barrera de metal
cuando intentaron ingresar a Palacio de Gobierno. En solo unas semanas, cuatro mujeres han sido asesinadas en
distintos hechos. Los motivos de la rabia son evidentes: la violencia no es una
excepción, sino la norma; y las fosas clandestinas se han vuelto parte del
paisaje. Mientras volteamos a ver las atrocidades en otros estados,
como en Jalisco, olvidamos que el horror está aquí, en nuestras calles, en
nuestros municipios, devorando a nuestra gente. No podemos normalizarlo. No podemos permitir que el
silencio se imponga sobre la memoria. PUNTO Y APARTE Mi reconocimiento al Congreso del Estado de Colima por la
aprobación de importantes modificaciones al Premio Estatal de Periodismo. Entre
los cambios más relevantes destacan la reorganización de las categorías, que
ahora premiarán los trabajos por géneros periodísticos (nota, crónica,
entrevista, artículo de opinión), en lugar de por temáticas (deportivo,
cultural, político). Además, se ha creado una categoría exclusiva para
estudiantes, fomentando así la participación de las nuevas generaciones, y se otorgará
un reconocimiento especial a periodistas con 50 años o más de trayectoria
profesional, valorando su aporte y compromiso con la profesión. Comentarios al correo electrónico adjunto. *Periodista y escritor
Twitter: @rolandonotas