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Entre Trump y Maquiavelo



LOURDES CARRILLO BERNAL


Viernes 14 de Marzo de 2025 1:04 pm


DESDE el inicio del mandato de Donald Trump, he sentido el impulso de consultar la obra de Niccolo di Bernardo dei Machiavelli, conocido como Nicolás Maquiavelo, nacido en Florencia en 1496 fue el primer filósofo que consideró que no siempre triunfa la virtud y que, en ocasiones, es mejor para el gobernante ser inmoral.

Fue un diplomático, autor, filósofo político y escritor italiano considerado el padre de la filosofía política moderna y de la ciencia política. Figura relevante del Renacimiento italiano que en 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El Príncipe, un manual para los hambrientos de poder. Consejos a los políticos en ascenso para tomar el poder y a los príncipes en ejercicio para mantenerlo. Maquiavelo murió en junio de 1527 de peritonitis, dejando a su viuda Marietta Corsini con seis hijos.

El Príncipe fue publicado póstumamente en Roma en 1531. Entre sus muy grandes propuestas afirma que un líder debe esforzarse por ser tanto amado como temido, pero si debe elegir entre ambos, es más seguro ser temido que amado. Enfoques muy pragmáticos del poder donde la eficacia y la estabilidad son prioritarias sobre los ideales morales. Prefiriendo ser temido que amado porque el temor es una emoción más constante y controladora. La apariencia de poder y autoridad puede ser tan importante como el poder real. Esto se aplica en numerosos contextos, desde la política hasta el marketing, esto es crucial para el éxito.

Desde el 20 de enero en la oficina oval Trump dicta anuncios dejando sentir el poder oligárquico mundial que es hoy la brutalidad del más fuerte, la obscenidad del más millonario, la crueldad del más prepotente. Es difícil ser amado, es más fácil aterrorizar al indefenso. 

La parálisis y miedo que provocan les hace creer que han inaugurado una nueva gobernabilidad, sin embargo, gobernar sin evocar algún tipo de valor universal, alguna forma de beneficio común, es efímero. En esta orgía de ofensas desbocadas vale la pena recordar a Maquiavelo, conocedor de las tentaciones principescas de creerse impunes y eternos. 

Maquiavelo advertía sobre la suerte del emperador romano Maximino el Tracio, que desdeñó ser amado y alentó el temor, el odio y desprecio de sus súbditos. Después de unos años y en medio de rebeliones, los ciudadanos vieron pasar rumbo al Senado, las cabezas decapitadas del emperador y de su hijo.

Veremos si Trump, Elon Musk, Netanyahu, Zelensky y tantos otros que repiten la fórmula, confirman la historia.

 

*Expresidenta de la ACPE