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INNOVEMOS ALGO ¡YA!



MARÍA EUGENIA GONZÁLEZ PEREYRA

Ecos del pasado


Viernes 14 de Marzo de 2025 9:00 am


El eco de nuestras heridas suele resonar en las promesas que hacemos. “No les daré a mis hijos lo que yo no tuve”, decimos como si las carencias emocionales del pasado pudieron llenarse con buenas intenciones. Leyendo una reflexión de Gina Cárdenas, me encontré con una pregunta tan simple como profunda: ¿de dónde vamos a sacar aquello que nunca recibimos?

Es una verdad incómoda que pocas veces nos atrevemos a mirar de frente. Si crecimos en el rechazo, tendremos que hacer un esfuerzo consciente para no reproducirlo. Si la humillación fue el pan de cada día en nuestra infancia, ese será el lenguaje emocional que nuestro cuerpo y mente conocen. La traición, el abandono y la injusticia, son patrones que se transmiten de generación en generación, como un código secreto que nadie eligió aprender.

¿Has notado cómo, en momentos de estrés o conflicto, emerge una voz que no reconoces como tuya? Quizás son palabras que juraste no pronunciar. Sin embargo, ahí están, brotando como agua de una fuente subterránea que creías haber sellado. Es el eco de lo no sanado.

El juicio hacia nuestros padres se convierte, irónicamente, en otra forma de perpetuar el ciclo. Al quedarnos en el señalamiento de lo que hicieron mal, evadimos la responsabilidad de nuestra propia sanación. Es más cómodo tener culpables que mirarnos en el espejo y reconocer que ahora, como adultos, tenemos el poder y la responsabilidad de transformar esas heridas en sabiduría.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado saboteando aquello que decimos querer? Como esa persona que asiste a un taller de crecimiento personal y se pasa toda la sesión distraída, contestando llamadas o llegando tarde, para evitar escucharse a sí misma. Y luego, cuando alguien le señala ese patrón, se ofende y cancela la siguiente cita.

Es curioso cómo acumulamos libros de autoayuda, talleres de crecimiento, sesiones de terapia, consultas de constelaciones familiares, y seguimos culpando a nuestro árbol genealógico. Como si tomar el camión a Pachuca nos fuera a llevar a Toluca. Como si conocer la teoría de la sanación fuera lo mismo que sanar.

El verdadero cambio comienza cuando pasamos de “sé por qué estoy roto” a “asumo la responsabilidad de integrar mis fragmentos”. Entonces dejamos de identificarnos con nuestra historia y comenzamos a escribir un nuevo capítulo. El primer paso es darnos cuenta de lo que nos hicieron y cómo reproducimos esos patrones con nosotros mismos.

Innovamos algo ¡ya! Es tiempo de transformar nuestras heridas heredadas en oportunidades de crecimiento, romper el ciclo no desde la queja, sino desde la comprensión y el trabajo interno profundo. Si sana uno, sanamos todos. Esa sanación comienza cuando dejamos de buscar culpables y empezamos a asumir nuestra propia transformación.

Terapia presencial y online.

 

innovemosalgoya@gmail.com