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ESTACIÓN ESPERANZA



VLADIMIR PARRA BARRAGÁN

La mujer más poderosa del mundo


Martes 18 de Marzo de 2025 9:01 am


EN tan solo meses, la primera mujer presidenta en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha demostrado ser una líder de alto nivel, calificada y comprometida en servir al pueblo de México que, además, ante el contexto geopolítico actual, ha demostrado estar a la altura de las circunstancias. Así lo demuestra una aprobación ciudadana que ronda 85 por ciento, un nivel nunca antes visto, gracias a la defensa de los intereses nacionales ante los embates imperialistas de Donald Trump, en una demostración de diplomacia, diálogo, respeto a la dignidad de México, firmeza, templanza y colaboración.

La postura política de nuestra presidenta, así como sus logros en las negociaciones que ha sostenido con Donald Trump, ya es estudiada por diferentes líderes a lo largo y ancho del globo, mientras los medios estadounidenses la han reconocido gracias a su cabeza fría y capacidad de negociación, lo que le permitió postergar la imposición de aranceles, calmando la furia de Trump, quien en su última llamada, le dirigió un “you’re tough” (eres dura), a manera de reconocimiento a su firmeza.

Pareciera sorprendente para algunos que sea una mujer científica, orgullosamente de izquierda, quien, con pragmatismo, haya hecho frente a Donald Trump, y no solo eso, sino que se haya ganado el respeto del magnate, cuando los intereses y proyectos que defienden son opuestos, pues uno representa a los poderes oligárquicos, incluidos los ligados a la tecnología y los medios, mientras que Claudia representa los intereses del pueblo y la separación del poder político del poder económico.

Sin embargo, la capacidad de respuesta de la presidenta Claudia ha sido posible gracias a dos cosas: la primera es el trabajo con todos los sectores, a favor de los intereses de México. En ese sentido, se ha demostrado que regar la economía desde abajo, permite que todas y todos nos veamos beneficiados, por eso, por el bien de todas y todos, primero los pobres. La segunda es el respaldo popular en torno a la presidenta, quien ha sabido conjuntar eso para que diferentes sectores sean parte de este proyecto nacional que busca el bienestar de las grandes mayorías, la defensa de la soberanía y el avance de México. El reciente evento en el Zócalo de CDMX demuestra el respaldo a dichos ideales y la defensa a la patria.

Hoy queda claro que, ante el declive de los viejos modelos de desarrollo como el neoliberalismo, es necesario que los nuevos modelos alternativos, como el humanismo mexicano, demuestren resultados y viabilidad. Es así que la posición geopolítica de México y el liderazgo femenino de Claudia se yerguen ante el mundo, permitiendo el avance de la izquierda no solo como un modelo posible, digno, respetable, también como necesario. Otro mundo es posible.